El patrimonio de la Hermandad de la Vera+Cruz a principios del siglo XVIII

RAFAEL DOMÍNGUEZ SEDEÑO
Publicado en la Revista Vera+Cruz de 2016

He querido compartir con todos/as unos documentos muy especiales, de gran valor histórico, que hace ya un tiempo pude adquirir a través de algunos contactos y amigos del mundo del  coleccionismo. Los documentos están divididos en tres hojas de tipo camisa, es decir, realizado con trapos viejos, un tipo de papel económico para la época, con unas dimensiones de 30x 20 cm, de color amarillento y con una caligrafía que era conocida como escritura encadenada o de cadenilla que se ejecutaba de forma muy rápida, estableciendo un ligado continuo entre las letras, sin apenas levantar la pluma del papel. Por eso este tipo de documentos resultan algunas veces confusos e ininteligibles, incluso para sus contemporáneos.

Su contenido es un inventario de los bienes que poseía la Hermandad de la Santa Vera + Cruz en el siglo XVIII, más concretamente dos de ellos del 2 de octubre de 1.718 y otro de 1721, bienes que estaban depositados en la apreciada ermita de San Sebastián y en la Iglesia Mayor. En aquella época San Sebastián era custodiada por el ermitaño Pedro Parrado. Tras su muerte, el Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de la ciudad de Málaga tuvo que nombrar un sustituto, que fue el señor Luis Ramos, que realizó dicho inventario. Estos ermitaños dedicaban toda su vida a custodiar y velar tanto la ermita como sus bienes. Hoy lo llamaríamos sacristán. Y el otro inventario se realiza por la entrega de bienes a un nuevo mayordomo que en este caso fue D. Joseph Ruiz Alcario, a quien se le entregó el inventario que veremos más adelante.

En aquella época la ermita poseía gran parte del patrimonio de nuestra Hermandad. En su día esta ermita fue dirigida por la tercera orden de franciscanos cuyos orígenes en la zona se remontan al año 1.543, donde por aquellos días andaba por nuestra zona el ermitaño y fundador de Caño Santos, Fray Martín de la Cruz. Pero eso ya es otra historia que dejaremos pendiente para otro año si Dios lo quiere.

Centrándonos en los documentos intentaré transcribir el contenido lo mejor posible ya que, como hemos explicado anteriormente, su caligrafía en algunos casos es confusa y por eso colocamos un interrogante en algunos fragmentos de lectura confusa.

 Inventario de los bienes de la Ermita de San Sebastián pertenecientes a la hermandad de la Vera + Cruz de la Villa de Setenil año 1.718, que en su mayoría poseía muchas prendas de nuestra Señora:

 – Un cáliz de plata con la copa dorada.

 – Una Patena de lo mismo.

 – Unas vinajeras o viñajeras de estaño (?)

 – Dos pares de corporales.

 – Una bolsa de color verde.

 – Otra de marco pálido y dorado.

 –  Una casulla de lo mismo que la bolsa, (supongo que verde).

 –  Una Bacán blandas de puntas (?)

 – Un hábito llano.

 – Un corni altar.

 – Tres purificadores.

 – Un cíngulo.

 – Cuatro manteles para los altares dos de ellos viejos.

 – Cinco tafetanes verdes viejos.

 – Dos frontales pequeños de raso encarnado y otros colores.

 – Otro grande para el altar mayor de Damasco con flecos amarillos encarnados.

 – Una palia de puntas de lienzo y plata falsa.

 – Un vestido de nuestra Señora blanco forrado en la (?) con galoncillo falso.

 – Un vestido de raso blanco azul forrado en la andilla encarnada.

 – Un manto de tafetán? sencillo encarnado llano.

 – Otro vestido como azul de rasillo llano.

 – Otro manto encarnado viejo de  tafetán? sencillo.

 – Un vestido azul de  tafetán? Listado con galoncillo falso de oro formado en la andilla murga o marga?

 – Un vestido de raso negro.

 – Un manto de lo mismo.

 – Un vestido ormesí encarnado con doce lazos de colonia azul.

 – Un manto blanco de tafetán.

 – Un frontal negro del santo (?).

 –  Dos lazos encarnados.

 – Otros dos de colonia pálida.

 –  Tres rastrillos (?) De encajes.

 – un velo morado de tafetán sencillo que es de la Iglesia.

 – Otro de toquilla de plata.

 – Un lienzo de San Sebastián.

 – Otros dos pequeños.

 – Otro viejo.

 – Un San Sebastián de talla.

 – Una imagen de Nuestra señora de pasta.

 – Un Santo Cristo de talla resucitado.

 – Un sagrario nuevo dorado.

 – Un atril llano de nogal.

 – Un misal.

 – Un San Joseph de pasta con vestido de tafetán atabacado.

 – Un niño Jesús con un vestido de raso blanco y otros colores.

 – Una campana de metal grande.

 – Un arquita de nuestra señora.

 – Un bufete con su cajón todo de nogal.

 – Dos tinajas medianas para agua y aceite.

 – Un escaño viejo.

 – Un banco de chopo viejo.

 – Una campanita de metal para las misas.

 – Una campana grande con que se toca a misa.

 – Un velo del altar mayor morado.

Como hemos visto, un gran repertorio el existente en la Ermita de San Sebastián, donde descansaba toda la vestimenta de la Virgen, nuestro apreciado Resucitado, el sagrario pieza de importante valor histórico junto con la casulla verde que se conservan perfectamente en la Hermandad,  entre otras muchas cosas interesantes desaparecidas a día de hoy.

En el siguiente inventario de la Vera+Cruz de 1721 podemos ver el resto de cosas que poseía en su momento nuestra Hermandad, y que le fueron entregados para velar por ellos al Mayordomo, Joseph Ruiz Alcario, que fue lo siguiente:

– Treinta ocho libras de cera en sirios y velas.

– Más la trompeta.

– Un arca grande de la cera.

– Un bufete en que se pide limosna.

–  La sábana Santa.

– Una toalla dunsima (?).

– Una sobre cama de raso.

– Dos toallas blancas de lienzo.

– La banda de San Sebastián.

– Los velos del Santo sepulcro.

– Ocho almohadas y dos (?).

– Tres túnicas y un capirote más la campana con que se llama a los cabildos.

– Un arca de la ropa.

– Tres libros y las escrituras de los censos que se pagan a esta Cofradía.

– El Santo Sepulcro y otras andas del señor resucitado.

Hasta esta fecha ésstas eran las pertenencias de nuestra Hermandad, que no es poco. Unos años después, en torno a 1735, aparecerían ya reflejados en nuestra Hermandad el Santo Cristo de la amistad, el Cristo de la sangre y el Cristo de las espina,  más un San Juan, entre otras muchas cosas.

Con estas líneas me despido un año más dejando constancia de este importante hallazgo para la Hermandad, que, poco a poco,  está rescatando parte de su grandísima historia.

Una procesión para recordar: el Silencio tras la restauración en 2001 del Cristo de la Vera+Cruz

JESÚS MARÍA ROBLES GONZÁLEZ
Publicado en 2007, en el primer
número de la Revista Vera+Cruz

Todo comienza con motivo del 450 Aniversario de la Hermandad de la Santa Vera+Cruz y la restauración del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz que se le encomendó a Juan Manuel Miñarro. Este célebre autor sevillano ha permitido recuperar la policromía más antigua de esta talla, cuya calidad técnica y estética permitió recuperar los máximos valores históricos-artísticos, estilísticos y culturales, de la imagen más antigua de la Semana Santa de Setenil, de autor desconocido, aunque con indicios que nos hacen pensar que pertenecen a la escuela granadina, ligada al nacimiento de la Hermandad de la Vera+Cruz en 1551.

Durante este período de restauración se realizaron varias visitas a los talleres del autor sevillano, con la intención de comprobar in situ los progresos efectuados. Esta restauración, además de necesaria, era muy significativa para toda nuestra hermandad, ya que suponía la primera vez que nuestro titular salía del pueblo de Setenil.

Una vez terminada esta gran obra de restauración, el día 24 de marzo de 2001, hermanos de la Hermandad se ponen en marcha para trasladar la magnífica talla de este Santísimo Cristo de la Vera+Cruz, llegando la junta de gobierno a acordar por unanimidad que durante esa noche el Cristo permaneciera en “El Secanillo”, con el propósito de simbolizar y recordar aquellos años que nuestro titular estuvo escondido en este cortijo por circunstancias bélicas, regresando, una vez finalizada la guerra civil, a la Iglesia de la Encarnación, donde se encuentra en la actualidad.

En la madrugada del 25 de marzo se le dio traslado al Santísimo Cristo de de Vera+Cruz a la ermita de San Sebastián. En este tempo, sobre las diez de la mañana comenzaron a llegar hermanos, hermanas y el pueblo de Setenil en general para asistir a la salida en procesión que se iba a efectuar con motivo del 450 Aniversario de la Fundación de nuestra Hermandad y restauración del Cristo. Una vez reunido todos los hermanos y visitantes se le entrega al Hermano Mayor de la cofradía un cetro dorado en oro como reconocimiento a su labor y dedicación a nuestra Hermandad. Terminando este acto se procedió a rezar unas oraciones y , a continuación, el Hermano Mayor, Rafael Corral Hormigo, da la orden de su traslado en procesión a la Iglesia Mayor.

En un principio se temía por el discurrir de la procesión, debido a las inclemencias meteorológicas, pero afortunadamente y tras salir el Cristo del templo el cielo se abrió, y todo transcurrió a las mil maravillas, quedando todos muy contentos, demostrando una vez más el fervor y sentimiento que el pueblo de Setenil y la Hermandad de Los Blancos deposita en el Cristo de la Vera+Cruz. Es de agradecer la actuación que ofreció la Banda de Cornetas y Tambores Muestra Señora del Rosario de Arriate (Málaga), que acompañó a nuestro Cristo.

Es importante mencionar que esta procesión ha sido la única que la Hermandad de la Santa Vera+Cruz ha efectuado con este recorrido: ermita de San Sebastián, carretera Setenil-Olvera, c/ Reyes Católicos, c/ Cádiz, Villa y, finalmente, la iglesia parroquial.

Una vez llegado a la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación se celebró la Santa Misa con motivo del 450 aniversario de la Hermandad y restauración del Cristo. Una vez finalizada la misa se procedió a una invitación a todos los hermanos y a los vecinos de Setenil a una gran paella en la Casa Hermandad.

Tal fue el resultado satisfactorio de hermanos y hermanas que en este día de tanta alegría y devoción a nuestros titulares encontramos el origen del «Día de la Hermandad», que celebramos todos los años el domingo anterior al Domingo de Ramos.

Con motivos de estos actos, el «Diario de Cádiz» publicó el domingo 8 de abril, en su sección de Semana Santa, una página dedicada a nuestro Santísimo Cristo de la Vera+Cruz y demás titulares de esta nuestra Hermandad.

1551: Así nació la Vera+Cruz de Setenil

SEBASTIÁN BERMÚDEZ ZAMUDIO
Publicado en la revista Vera+Cruz de 2018

UNA CRUZ VERDADERA

Corría el año 336 cuando se hallaron tres cruces tras demoler el templo de Venus, levantado en honor de la diosa sobre el Monte de la Calavera, el Gólgota. Bajo sus cimientos aparecieron tres cruces, la de los dos ladrones y la de Jesús. ¿Cómo saber cuál pertenecía al Hijo de Dios? Para ello se acercó un enfermo y al ser tocado con una de ellas sanó, recuperó su salud bastante deteriorada momentos antes. La Verdadera Cruz fue guardada en la Basílica del Santo Sepulcro, construida para ese destino en Jerusalén por Helena de Constantinopla y su hijo Constantino I el Grande.

En el año 614, el Rey persa, Khosro II, conocido como Parviz, el victorioso, conquistó Jerusalén llevándose consigo la Vera Cruz. Para demostrar su desprecio a la religión cristiana, puso a los pies de su trono la reliquia a vista de todo el que lo visitaba. Muestran los calendarios litúrgicos el día de la Exaltación de la Santa Cruz en referencia a la victoria conseguida por el bizantino Heraclio sobro Khosro II (año 628) y la posterior devolución de la Vera Cruz a Jerusalén. El propio Heraclio quiso llevar a hombros la Cruz para su entrega engalanado de bellas y caras ropas, mostrando a todos sus ricas joyas durante la procesión que recorrió ese día la ciudad, apenas pudo andar unos pasos y tuvo que dejar a un lado la Cruz, teniendo que despojarse de sus ropas y joyas para poder cargar con ella, reflejando con ese acto la vida humilde y pobre llevada por Cristo.

LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI

El siglo XVI trajo una revuelta territorial tras el fallecimiento de don Fernando. Su nieto, Carlos de Habsburgo, se hizo coronar Rey de Castilla y Aragón. Con su coronación llegaron nuevos impuestos con la pretensión de conseguir suficiente caudal para ser nombrado Emperador alemán, su verdadera ambición. El pueblo rechazó a un Rey que consideraban extranjero y que no hablaba castellano, lo que derivó en un comienzo de siglo turbulento con revueltas por parte de los Comuneros que se levantaron contra esos gravámenes y contra las razones del nuevo Rey. El país comenzó a sufrir una crisis por zonas que fueron apaciguadas lenta y duramente por la Corona, los desórdenes sociales y las rebeliones antiseñoriales terminaron por alejar a la nobleza de los Comuneros, dando pie a las Germanías (hermandades gremiales) en los reinos de Valencia y Mallorca, coincidiendo con las revueltas de las Comunidades de Castilla.

Mientras buscaba apaciguar los levantamientos del Reino tuvo que enfrentarse a turcos, franceses, navarros y ayudar a su hermano Fernando en la guerra contra el sultán Solimán el Magnífico, quien se alió con el Rey francés Francisco I. En ese tercio de siglo se enfrentó a Jeireddín Barbarroja en el mar, los turcos otomanos trataron de dominar el Mediterráneo con sucesivas respuestas por parte de la armada española. Las continuas guerras y el desgaste al que la doctrina luterana sometió a la Iglesia Romana terminaron por acabar con su sueño de un Imperio universal, su fracaso como defensor de iglesia tras el asentamiento de los luteranos lo llevó a abdicar en 1555-1556.

La llegada al trono de Felipe II vino a situar como principal núcleo del Reino a Castilla, estableciendo de esa manera un centro en España desde donde gobernar el inmenso Imperio. El monarca dominó el Mediterráneo definitivamente para el cristianismo tras la gran victoria de Lepanto, acabando así con las incursiones berberiscas y turcas. Eliminó las sublevaciones moriscas en la Península y a mitad de siglo se enfrentó a Francia, a quien ganó militar y políticamente, la expansión definitiva de un Reino unido de poco más de sesenta años de historia. El final de siglo trajo la anexión de Portugal por derechos sucesorios y la desdicha de los elementos atmosféricos sufridos por la Grande y Felicísima Armada, la Invencible para los enemigos, en su intento de invadir Inglaterra tras la muerte de su esposa María Tudor.

Su reinado coincidió con la llegada del Renacimiento, sin embargo no tuvo fuerza dentro de la Corona española que mantuvo una cultura cercana a la pintura, literatura y arquitectura religiosa. Los arquitectos construyeron grandes edificios civiles, militares, religiosos y mortuorios, El Monasterio del Escorial entre muchos, quedando bautizado el estilo utilizado como “herreriano”. Grandes dramaturgos, como Miguel de Cervantes y Saavedra, y la excelente pintura de maestros como El Greco, todo esto derivó para la historia en un siglo dorado, el Siglo de Oro.

Un momento de nuestra historia donde España dominaba el mundo, el viejo y el nuevo descubierto, un país que conquistaba cada rincón de tierra conocido y se adueñaba de los mares por donde ejerció un dominio aplastante.

EL SUR BUSCA ATRIBUTO

Por nuestra tierra la situación caminaba pareja a las que sucedían en el Reino aunque con algunas diferencias puntuales, principalmente el aprovechamiento del comercio con América. La jurisdicción castellana sobre el monopolio del comercio con el nuevo mundo fue aprovechado por Andalucía para convertirse en la región más rica de España y en una de las más poderosas del mundo. La Ruta de Indias trae hasta Sevilla las riquezas “allende los mares”, plata (300.000 kilos anuales), oro (50000 kilos anuales), cacao, especias y otros productos novedosos y escasos en el viejo continente, galeones que partían desde VeraCruz, curiosidades del destino, en México, con destino a Sevilla. Se creó el Consejo de Indias (1524) para legislar todo lo relacionado con la ruta comercial, tomando autoridad sobre la Casa de Contratación (1501) en Sevilla, con la intención de hacerse valer, hasta ese momento no existía un registro firme sobre la mercadería. Era necesaria su regulación como lugar para el reconocimiento de mercancía llegada y abastecimiento de todo lo necesario a los galeones y tripulación que partían a las Indias o llegaban a puerto. Muchos fueron los setenileños que se aventuraron al viaje entre los dos mundos, nuevo y viejo, buscando un futuro mejor y aventuras. Tanto las Indias (Perú, México o Veragua, Panamá o Tierra Firme) como Filipinas son destinos de la época que atraen a curiosos, criados y sirvientas, militares, maestros y cuidadoras, investigadores, médicos, etc.

Por esos años, la convivencia entre moros y cristianos aún perduraba tras la reconquista de al-Ándalus por los Reyes Católicos. Esa forzada armonía se rompe definitivamente entre los años sesenta y ocho y setenta y uno del siglo XVI con la Guerra de las Alpujarras, la más importante de tantas rebeliones moriscas dadas en nuestra tierra. Las revueltas llevaron al segundo Felipe a tomar una decisión drástica al comprobar la enorme cantidad de sacerdotes asesinados por los rebeldes y los continuos ataques a modo de emboscadas que sufrían los soldados del Reino. En un Sínodo Diocesano se decidió tomar medidas extremas y llevar a cabo la cristianización del territorio y la expulsión de aquellos que no acataran las nuevas leyes. Esa normativa trajo un éxodo obligado por parte de la mayor parte de las familias moriscas, fueron forzosamente trasladadas a Castilla y redistribuidas dentro de su extenso territorio. A mitad de siglo la atención prioritaria por parte de la cristiandad era buscar la pureza del territorio, unificando esa intención alrededor de una sola fe, basada principalmente en convertir a los moriscos en verdaderos cristianos o la expulsión de estos en caso de no acatar la Pragmática Sanción de 1567. Con el paso de los años las relaciones comienzan a deteriorarse, terminando con la decisión de expulsar a los moriscos al norte de África a comienzos del siglo XVII.

En aquella Andalucía que rebosa salud, riqueza y bienestar de convivencia, se situaba el Reino de Granada, jurisdiccionalmente perteneciente al Reino de Castilla, el cual certificaba esa suerte de respeto a cambio de un pago anual que efectuaba a la Corona. Sus 341 años de historia tras la conquista de los Reyes Católicos, terminaron tras un Real Decreto, convirtiendo el Reino en Provincia. Una masa social integrada mayoritariamente por cristianos viejos y fervientes creyentes de la fe católica garantizaron el camino inmaculado marcado por la iglesia.  El emblema del Reino, centrado en su símbolo de la granada, aun hoy figura en el escudo de España.

Setenil en el, siglo XVI, grabado del Civitates.

SETENIL

El comienzo del siglo XVI trae la celebrada noticia a Setenil de su declaración como Villa de Realengo, recibiendo una Carta de Privilegios similar a la que en esos momentos ostentaba Sevilla, capital creciente del mundo comercial. Llegó dinero en raudal a modo de inversiones y beneficios de reparto que influyeron notablemente en la construcción de edificios notables como la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, la finalización del hospital de Santa Catalina y un seminario. Crecieron los cultivos, la vid y los cereales, aumentó el olivar en la zona, una mayor explotación del monte e hicieron baza los ganaderos, convirtiendo todo lo dicho en el motor económico del pueblo junto al trabajo de construcción en las obras señaladas, las reformas de casas y ampliación y adecentamiento del territorio urbano.

El entramado apretado y espeso de calles quedaba dividido en dos zonas, la comercial y la vecinal, la primera tomó como principal parte el mercado y la segunda comenzó a crecer alrededor de la estructura defensiva y a lo largo del recorrido del río. Las obras de alcantarillado se convirtieron en necesarias y el alumbrado se fue forjando en pos de una mejora natural. El sistema de regadío implantado por los antiguos habitantes ayudó para que los huertos florecieran y diesen hortalizas todo el año. Junto al hospital de Santa Catalina se creó un jardín botánico donde, con las nuevas técnicas de injertos, crecieron plantas medicinales. El seminario ayudó con la llegada de estudiantes al pueblo y el crecimiento cultural de quienes encontraron en el estudio un camino de saber. El pueblo aumentó su población y fue necesario construir más viviendas que terminaron por ayudar en la creación de distintos comercios para asistir la nueva era a la que se enfrentaba Setenil.

Esa era la situación de nuestro mundo cercano y conocido, un camino en busca de una identidad y una idiosincrasia que conjugase con los nuevos tiempos, tiempos de guerras, pasiones y fervor piadoso. La aparición de distintas hermandades religiosas por el territorio español empujó a muchos creyentes a solicitar el permiso correspondiente a las autoridades eclesiásticas y a Roma con la intención de fundar una Hermandad. Cumplidos la mitad de los años del siglo XVI, un entusiasmo brota en Setenil, se lleva a cabo la petición para la fundación de la Hermandad de Santa Vera Cruz, apoyada en una creencia de esos cristianos viejos que repueblan el lugar y respaldados por los oblatos seglares terciarios que llevan la palabra de Dios a cada rincón que visitan.

Relato de la fundación de la Hermandad en 1551. Pincha para ampliar la imagen.

AÑO 1551 DE NUESTRO SEÑOR: LA FECHA DE UNA PASIÓN

Pasados mil doscientos quince años del hallazgo de la Cruz Verdadera, un célebre vecino aporta su grano de arena a la historia de Setenil, apoyado en los Franciscanos Terceros del convento de Caños Santos y su prior Fray Martín de las Cruces. Una amistad nacida de las distintas visitas de la Orden a Setenil en su estrecha afinidad espiritual y material que mantenían con la población y en especial con don Diego de Escudero, administrador local y ferviente creyente en la palabra de Dios. La llegada de los mandatos reales en relación a la purificación del lugar, la necesidad obligada de procesionar tras la Cruz de Cristo y pasear las calles para conseguir su inmaculada expiación. La necesidad obligada de cristianizar el lugar con la evangelización, predicación y catequización de quienes aún quedaban por convertirse. Todo lo que surgía solo mostraba un camino, fundar una Hermandad que oficiase junto al representante de la iglesia en el sitio, las salidas en procesión apoyando los distintos apartados religiosos del pueblo.

Apagado el sonido de la noche, iluminada la estancia por las agotadas velas del candelabro mientras miraba pensativo la hoja y el tintero, sosteniendo en su diestra la pluma que trazaría las palabras que por su imaginación navegaban tras esa conversación definitiva con el prior franciscano mantenida la tarde antes. Apoyaba el antebrazo derecho en el borde de la robusta mesa, sosteniendo su cabeza con la mano izquierda mientras el codo descansaba en la superficie, donde se encontraban el papel que llevaba como destino una petición, un ruego, escrito desde lo más profundo del alma. Sin esperar a que la medianoche lo alcanzase, se decide Don Diego a escribir al obispo de Málaga y pedir su permiso y proceder a la fundación de una Hermandad para servir al cristianismo con la fe de un pueblo que se muestra ilusionado con la idea.

“Don Diego de Escudero, vecino de Setenil y siervo de Dios, al Ilustrísimo Obispo de la Diócesis de Málaga…” Ahí comenzó una historia que hoy nos marca cuatrocientos sesenta y siete años de vida. Las palabras iban y venían, escogiendo las oportunas continuó Don Diego con la misiva, utilizando una hoja aparte para no equivocar y terminar en la definitiva que sería la que llevaría personalmente hasta Málaga, a caballo, cruzando las montañas de la sierra y arriesgando su vida por un sueño, un sueño que en esos momentos no era conocedor de su alcance hasta nuestros días, dando vida a algo más que una Hermandad.

Cabalgó las pedregosas veredas y los caminos notables, descansó bajo árboles y junto al río antes de alcanzar su destino. Al llegar a la catedral fue recibido tras presentarse y comunicar su cometido, le instaron a sentarse y esperar en la espaciosa sala, pobremente decorada debido a su constante proceso de construcción en el que se hallaba inmersa. Alrededor de una hora más tarde le hicieron pasar y personarse ante Fray Bernardo Manrique de Lara, sentado en su sillón, sujetando la petición entre sus blanquecinas manos marcadas por azules y gruesas venas, levantó los ojos y sonrió.

-Este es el camino, hijo, no dudes nunca que lo que has traído hasta aquí terminará siendo parte de nuestra historia. Tu pueblo recordará por los siglos el momento donde ahora nos encontramos. Es esta nuestra España la que camina de la mano del Señor. Él nos guiará.

Se acercó a la ventana y leyó en voz alta para que se oyese nítido, terminando en un suspiro y persignándose al terminar la frase:

Hermandad de la Santa Vera Cruz de Setenil.

La carta con la petición viajó con destino a Roma con el sello lacrado del obispo Fray Bernardo, allí llegó a las manos del Papa Sixto V, de nombre italiano Felice Peretti, hombre devoto de fe inquebrantable cercano al Santo Oficio, aprueba la petición y en mil quinientos noventa concede permiso bajo bula papal. Un siglo después, esa anuencia queda ratificada por el Papa Clemente XIII, Carlo della Torre di Razzonico, hombre de mar nacido en la Republica de Venecia y que premia de esa manera el trabajo llevado por la Hermandad durante esa época de vida.

Volvió Don Diego de Escudero a Setenil, con la aprobación para procesionar de la Diócesis de Málaga y con la ilusión de quien ha ejercido una labor por su pueblo. No pudo ver con sus ojos la carta de aprobación de la Santa Sede llegada a Málaga, quizás sí, desde ese pedestal en el cielo.

La majestuosa calle que marcaba el recorrido de esa primera procesión en Setenil, se magnificaba con el gentío concurrido. Por consejo y recomendación de los Franciscanos Terceros del convento de Caños Santos, que ayudaron con la representación y montaje de la escenificación, se propuso un Oficio de la Pasión. Los Misterios Dolorosos de Cristo, del Pretorio al Calvario, en una meditación Profunda y la flagelación de un recorrido realizado de rodillas por algunos y descalzos todos, con sus debidas paradas en concordancia con cada episodio. Meditación y Contemplación a través de los catorce episodios que la Orden Franciscana dispuso para esa primera procesión con final en el Real de San Sebastián, lugar donde tuvo lugar el Lavatorio, donde se curaron las heridas de los penitentes con vino. Las túnicas blancas, los pelos sueltos y los maderos que algunos cargaban como peso de sus pecados, ocuparon las calles durante el trazado planteado, una primera procesión, un primer día donde la Hermandad de la Santa Vera Cruz y los Franciscanos Terceros procesionaron por las calles de Setenil en ese año de 1521.

Llantos y sollozos, abrazos entre hermanos y hermanas, entusiasmo en las miradas perdidas, rezos de Padre Nuestro y Ave María, manos que se entrelazaron y felicitaciones, muchos agradecimientos a un hombre que tuvo una pasión y cumplió un sueño. Don Diego de Escudero se santiguaba mirando al cielo, con lágrimas en sus ojos y agradecimientos en su corazón.

Nunca imaginaria el ilustre vecino de Setenil que pasados cuatrocientos sesenta y siete años sería recordado en estas páginas gracias al empeño de otro hombre llevado por la ilusión y la convicción. Alguien que inyecta entusiasmo a cada una de las palabras que dedica a la Hermandad para la que, desde su posición de Hermano Mayor, trabaja, investigando con un tesón enorme en la memoria que nos ofrecen los archivos, el origen y el camino recorrido a lo largo de tantos años de esperanza y fraternidad.

-Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

-Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi

Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.

Por los siglos de los siglos: la arquitectura religiosa en Setenil

Iglesia de la Encarnación. Foto: Alejandro Bermúdez.

JOSÉ ANTONIO ZAMUDIO
Editor del blog «Setenil, pueblo insólito»
Publicado en la revista de 2023

El enfrentamiento entre Cristianismo e Islam dotaba a la guerra contra el reino nazarí de Granada de un rasgo inequívocamente religioso, que la implicación vigorosa del clero se encargó de remarcar, incluyendo la concesión por el papado de la Bula de Cruzada.

Fernando II de Aragón, el Católico, conquistó la villa de Setenil en 1484 anexionándolo a las coronas de Castilla y Aragón. Conquistada la villa se procede a convertir la vieja mezquita en iglesia católica bajo la advocación de la Encarnación, tal como se venía haciendo en todos los lugares conquistados, remarcando el nuevo carácter católico de la villa al ser la encarnación de María, un hecho diferenciador por no reconocido en la fe musulmana.

Enseguida se inicia la repoblación de la plaza, que por su importancia ha de hacerse con “cristianos viejos” que son aquellos “que descienden  de cristianos, sin mezcla conocida de moro, judío o gentil»,

Isabel “la Católica” donó una importante cantidad de dinero para adquirir los objetos de culto y vestuario de la nueva iglesia y que se complementó con las aportaciones que con el mismo fin hizo Francisco Enríquez de Ribera, primer alcaide cristiano de la villa. Los ornamentos y ropajes religiosos con que cuenta la parroquia de Setenil son sin duda otro importante tesoro del pueblo.

La repoblación conlleva el repartimiento de tierras y casas, en el que se provee a la citada iglesia de estos bienes, así mismo se proveyeron ocho caballerías de tierra para la ermita de San Sebastián Mártir que “nos hemos de mandar hacer”. Lejos de la leyenda que se creó, la elección de la advocación se corresponde con la creencia en que este Santo era protector contra las epidemias, tan frecuentes en la época, así como a la protección que se le atribuía en favor de los soldados.

El primer templo cristiano de Setenil. Desde aquí sale la procesión del Silencio, que data de 1551.
El primer templo cristiano de Setenil. Desde aquí sale la procesión del Silencio, que data de 1551.

El 30 de octubre de 1504 es nombrado Obispo hispalense Fray Diego de Daza y un año más tarde ordena la construcción de la nueva iglesia parroquial de Setenil, que comenzando desde el altar irá devorando la vieja iglesia en que fue convertida la mezquita.

En 1551 se crea la Hermandad de la Santa Vera-Cruz, los Blancos, mediante petición formulada por el Obispo de Málaga Fray Bernardo Manrique de Lara, y otorgado mediante bula en 1590 por el Papa Sixto V. Paralelamente a ello tiene lugar el origen de la Procesión del Silencio, estandarte de la Semana Santa de Setenil que revive año tras año la tradición ancestral de traer al Cristo de la Vera Cruz desde la ermita de San Sebastián hasta la Parroquia de la Encarnación, “envuelto en un blanco sudario con crespones negros”, sin música, sin paso, sólo las promesas, los círios, los rezos y el canto, aún hoy día en latín, por el pueblo sin más luz que la luz de la luna. Un Cristo y una hermandad vivos entre sus gentes, desde aquel Juan Guerrero Toledo que en 1566 pide en Testamento que su cuerpo sea acompañado por la luz y la cera de la Vera Cruz hasta Cencerrito, el famoso bandolero de Setenil, que acercándose a uno de los portadores del paso ocupó su puesto para portarlo.

Y allá por el año de 1564 mientras la nueva iglesia de aires catedralicios sigue avanzando sabemos de la existencia de otra ermita la de San Benito, que al igual que la de San Sebastián se apunta que fueron erigidas sobre morabitos árabes.

Esta villa, que cuenta  ya tres iglesias y el quehacer de la Hermandad de la Santa Vera Cruz recibe la visita en 1587 del obispo D. Garcia de Haro en su viaje de Cádiz a Málaga para tomar posesión de la Diócesis malacitana, y que, impresionado, se propone crear un seminario en Setenil  conforme al Concilio Tridentino, que el Concejo de la villa aprueba el 6 de abril de  1596. Un edificio que perdurará hasta la década de los años 70 del siglo XX, en el que lastimosamente se derribó.

Ha pasado en torno a un siglo desde el inicio de las obras y la iglesia continúa inacabada, lo que provoca la queja de los vecinos señalando que los obispos de Málaga se habían llevado los bienes y rentas de la fábrica eclesial, dejando la parroquia sin dinero para poder terminarla. De forma simultánea el tanto tiempo transcurrido obliga a que la iglesia necesite de las primeras reparaciones, de lo que se ocupa Pedro Díaz Palacios, maestro mayor de las obras de la Catedral de Sevilla desde 1571 y desde 1599 aparejador de las obras de cantería de la diócesis de Málaga de la que ese mismo año pasará a ser Maestro Mayor. Paralelamente se trabaja igualmente en el embellecimiento interior del centro. Es por esos años, concretamente en 1619, cuando se le encarga a Alonso de Mena la talla del resucitado que los blancos procesionan el Domingo de Resurección.

Por aquel entonces era habitual el establecimiento de capellanías, fundaciones perpetuas hechas con la obligación aneja de cierto número de misas u otras cargas espirituales que debe cumplir el poseedor, en la forma y lugar previstos por el fundador, de las que las iglesias setenileñas son igualmente portadoras, pero he aquí, que al fallecer en 1623 Cristóbal del Pino deja una de 2000 ducados en la ermita de Nuestra Señora de la Concepción de Setenil, una ermita que estaba situada en la plaza del mismo nombre a espaldas o próxima a la ermita de San Benito.

Esta ermita de San Benito el 20 de Febrero de 1670 acoge la primera “Escuela de Cristo” a celebrar por la Hermandad de la Vera Cruz todos los sábados de cuaresma por la noche. Mientras tanto el seminario languidece hasta tal extremo que un año más tarde habrá dejado de funcionar.

Ermita de San Benito. Foto: DIPUTACIÓN DE CÁDIZ.

En el fervor religioso de la zona, destaca por entonces el culto a la Virgen de Caños Santos, de la que Setenil contaba con una hermandad filial que acude cada año el 8 de septiembre al Convento donde se venera su imagen.

Mientras las iglesias continúan incorporando nuevos retablos e imágenes, en 1702 los Clérigos Menores de Málaga deciden volver a crear el Seminario de Setenil en los locales que ocupaba el Hospital de Santa Catalina que ya no funciona, para lo que, el 26 de Octubre de ese mismo año S.M. El Rey concede autorización para un nuevo seminario en Setenil con las rentas del Hospital.

La influencia de todo ello en la población debió favorecer vocaciones, de la que sí que tenemos noticias es de la de Fray Francisco de Setenil, quién ocupó la guardantía del convento capuchino de Jaén, siendo destacable su colaboración con la Real Sociedad Económica de la Ciudad y Reino de Jaén. Fervor o costumbre del  que años más tarde dejó constancia el alcalde de Setenil con motivo de los daños que sufrió la iglesia por el terremoto de Lisboa de 1755 “a tiempo que corría el reloj público de esta villa de las diez a las once, algunos minutos después de las diez y, en ocasión que la mayor parte del vecindario se hallaba convocado en su Parroquial de Santa María de la Encarnación, en la misa solemne del pueblo…..” “quedando en ella algunas personas seculares conmigo, que nos hallábamos en la Capilla Mayor y algunos sacerdotes, que ocupados en el ministerio sagrado del altar, y confesionarios…”

Debían transcurrir estos años cuando, según la tradición, los hermanos Cabrejas construirían la cuarta de las iglesias de Setenil, la ermita de la Virgen del Carmen, la Virgen del mar, patrona a la postre de un pueblo en mitad de la sierra, aunque si poblado de un mar de olivos. Y es a finales de este siglo, allá por el año de 1792, cuando un grupo de hermanos blancos disconformes fundarían el otro pilar básico de las hermandades de Setenil, los Negros, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús y Nuestra Señora de la Soledad, con sede en la ermita de San Benito.

Retomaremos en otro momento las notas para saber más de todo ello, de las iglesias, del importante quehacer de las hermandades, no sólo de carácter religioso sino de una labor social de capital importancia, del patrimonio perdido, de lo acontecido en el XX, etc.

Ermita de El Carmen. Foto: ÁNGEL IZQUIERDO.

50º Aniversario (1973-2023) del trono de la Virgen en la Hermandad de Los Blancos

JOSÉ MANUEL CORDOBÉS DELGADO
Publicado en la revista de 2023

En Setenil, hasta finales de los años cincuenta, las imágenes de ambas hermandades procesionaban en unas pequeñas andas, sostenidas en los descansos por horquillas. A partir de esa fecha, se va produciendo un cambio progresivo en la estética procesional y ambas corporaciones comienzan a adquirir tronos con mayores dimensiones, tomando como modelo el estilo sevillano, cuya estética se iba poniendo de moda a nivel regional ya desde ese momento. En la Hermandad de los Blancos, primero se adquirió un trono grande en la década de los años sesenta para el Señor y casi una década después aprox, uno para la Virgen.

Hasta ese momento, tanto la Virgen de los Dolores como la del Rosario procesionaban en un pequeño trono de madera tallada y dorada que tenía un sencillo palio de encajes, sostenido por cuatro varales. Dicho trono era portado por tan solo seis personas, siendo sostenido por las horquillas en los descansos, al no tener ni siquiera patas. El cambio de este trono por uno nuevo fue precisamente causado por eso, por su reducido tamaño y también en parte por el deterioro que ya sufría.

Esta imagen es la más antigua del trono de la Virgen, datada aproximadamente unos tres años después de su adquisición en 1973.

D. José Sevillano González (Pepe Sevillano), hermano crucial de esta hermandad y primo del entonces hermano mayor D. José González Medrano, fue quien ideó y gestionó la compra de un trono nuevo en el que procesionar tanto a la Virgen de los Dolores, como a la del Rosario. Recordemos que una década después, esta persona será también quién se encargue de gestionar la adquisición de la actual dolorosa de Luis Álvarez Duarte, de ahí su importancia en la historia blanca.

Este nuevo trono de plata que posee en la actualidad la hermandad, fue adquirido y realizado en Sevilla en el año 1973, con las dimensiones adecuadas a las calles de Setenil. Precisamente esta Semana Santa de 2023 se cumplen los cincuenta años de su estreno. En cuanto a su autoría, lo desconozco pero es de muy buena factura y a pesar de ser de alpaca plateada y cincelada, curiosamente nunca se ha restaurado (señal de que es de muy buena factura). Como peculiaridad lleva dos cartelas doradas, una en la parte frontal y otra en la trasera, donde aparece el escudo de la hermandad y el de Setenil, respectivamente.

Además del propio trono, se adquirió también los diez varales del palio, del mismo estilo que la base del mismo. Todo el conjunto costó una millonada para aquella época, lo que supuso casi la ruina económica a la propia hermandad blanca de Setenil, debido al enorme desembolso que supuso su compra dentro de su contexto histórico. De hecho, se rifó incluso un coche Seat 600 para poder sufragarlo.

Este trono fue el primero con la base de orfebrería plateada de Setenil, incorporando de lleno el estilo sevillano en esta localidad, ya tan demandado en esa época por otros puntos de la geografía andaluza. La impresión que causó este trono, fue una auténtica revolución pues tanto en Setenil como en pueblos limítrofes, no había ninguno de estas características. Por tanto, gustó muchísimo tanto a blancos como a foráneos.

Se estrena también junto al conjunto de orfebrería, el palio, con bambalinas lisas de terciopelo verde con flecos de oro, y que también fue realizado en Sevilla. Ya más adelante, se iría completando con candeleria o jarras de plata, entre otros detalles. Para aquel estreno, el trono lució una candeleria de tren de velas, de madera blanca que trajo Pepe Sevillano igualmente desde Sevilla.

Es portado por cuarenta costaleros, repartidos en cuatro varales periféricos, es decir que se pueden quitar y poner, para adaptarlo a las estrechas calles del recorrido, cuando así se requiere. Originalmente, los varales que tenía eran más cortos, teniendo menos capacidad de portadores, aumentando con ello el peso del mismo. Como episodio triste a destacar en torno al trono, podemos mencionar el fallecimiento el  día 10 de Abril de 2010, del costalero D. Francisco Ruiz Ayala, quien llevando a la Virgen de los Dolores sobre sus hombros un Jueves Santo, sufrió un infarto y murió en el acto, en el mismo pecho de la Plaza.       

Las personas más mayores de la hermandad recuerdan que durante el año el trono se guardaba en las cocheras de algunos hermanos, sin ninguna protección, poniéndose la plata muy negra. Por consiguiente, cada año al llegar Semana Santa tenían que limpiarlo con un cepillo para que la plata volviera a lucir de nuevo limpia. Actualmente, se conserva perfectamente en la recién estrenada Casa-Hermandad. De hecho, en el presente año, donde se cumplen cincuenta años de su estreno, la Hermandad ha hecho una serie de mejoras para aligerarlo de peso, haciéndolo aún más funcional.

La Virgen del Rosario, procesionando el Domingo de Resurrección de 2023..

Además de procesionar en él a la Virgen de los Dolores como ya hemos dicho anteriormente, también lo hace la Virgen del Rosario en la jornada del Domingo de Resurrección. En esta ocasión, sin el palio y sin la candeleria. Es bastante reseñable el trabajo que supone para los miembros de esta hermandad, desmontar este trono al completo tras la procesión del Viernes Santo para luego sacarlo el Domingo de Resurrección con otro aspecto estético totalmente diferente.

Bajo mi criterio, y aunque es muy hermoso que ambas imágenes compartan el mismo trono, creo que sería muy aconsejable un trono más pequeño para la Virgen del Rosario, pues este trono desprovisto del palio, de la candeleria y otros enseres, queda muy vacío y se ve un poco grande para ella. Además, también sería muy atractivo aderezar a la Virgen de ráfaga o incluso acompañarla con candelabros de guardabrisas como tiene el trono de la Virgen del Carmen, pues el conjunto se vería más completo, dándole así un estilo más glorioso, que es lo que más le favorece a su iconografía.

Un año más y antes de terminar, como siempre, quiero volver a dar las gracias a Sebastián Luque, por darme siempre esta oportunidad de pertenecer a esta fantástica revista y a mi querida Cándida Marín, historia viva de los Blancos, por su inestimable ayuda siempre para que un servidor, siga escribiendo año tras año un artículo en la revista de esta hermandad, relacionado habitualmente con su historia. Es un verdadero placer participar siempre ¡Gracias de Corazón!

Descarga la Revista Vera+Cruz 2023

Pincha en la imagen para descargar la Revista Vera+Cruz 2023

La Revista VERA+CRUZ cumple 17 años consolidada como un anuario de Historia y de historias de Setenil, como un calendario de emociones No hay más que hojear los 17 números desde aquella portada de 2007 con la imagen del Cristo para tener la sensación de que estamos repasando nuestra propia vida y la de gente muy querida. Ya la puedes descargar esta revista renovada, a todo color, con un nuevo diseño más atractivo, con aportaciones históricas relevantes y recuerdos emotivos. Estamos ante una indiscutible referencia de la Semana Santa de Setenil y, posiblemente, una de las mejores publicaciones de la Cuaresma de Andalucía. Pincha en la imagen de abajo para ver todos los números.

Los Blancos exponen los trajes originales de la Recreación Histórica Setenil 1484

La Hermandad de la Santa Vera+Cruz de Setenil ha inaugurado este jueves 20 de octubre en la Casa Hermandad la muestra “Una mirada al Setenil de 1484″, en la que se exponen una veintena de los trajes medievales vestidos en la fiesta de «Moros+Cristianos». Coincidiendo con la quinta edición de este evento de enorme éxito, Los Blancos dedican esta presentación a la Asociación Setenil 1484, que en un tiempo récord ha logrado afianzar la recreación histórica del hito más conocido de la historia de Setenil: la conquista de nuestro pueblo por los Reyes Católicos, representada en la Sillería de la Catedral de Toledo por su relevancia en la caída del Reino de Granada.

En esta muestra se pueden ver los atuendos de los Reyes Católicos, El Cordi, el Marqués de Cádiz o el Gran Capitán, así como de toda la corte y los soldados que les acompañan. Han sido diseñados en su mayoría por costureras de Setenil, siguiendo patrones históricos.

Esta exposición es la primera que realiza la Santa Vera+Cruz en la Casa Hermandad desde su inauguración en la vísperas de esta Semana Santa, y, por tanto, inicia la apuesta de Los Blancos por convertir este centro también en un espacio para conocer y admirar el patrimonio histórico, artístico y cultural de la Hermandad y de nuestro pueblo.

Trajes de los Reyes Católicos.
Traje de El Cordi, su esposa y sus hijos.
El Hermano Mayor, Sebastián Luque, posa con algunos de los protagonistas, el cura párroco y el alcalde de Setenil durante la presentación de la exposición.

En este enlace de Imagina Setenil puedes ver imágenes y más información de la fiesta «Moros+Cristiano»

Los Blancos y las bandas de música

Tercio Sur de Infantería.

JOSÉ GONZÁLEZ LÓPEZ

Hoy en día es imposible concebir nuestras procesiones sin el acompañamiento musical a nuestros tronos. Salvedad hecha de La Procesión del Silencio, donde los únicos sonidos permitidos son el rezo del Rosario, el canto del “Vexilla Regis prodeunt” y la interpretación de alguna saeta desde el suelo, las procesiones de Jueves y Viernes Santo y Domingo de Resurrección tienen en la música uno de sus ingredientes fundamentales.

El origen de esta vinculación entre el hecho religioso y la música es tan antiguo como nuestras propias procesiones. Aún teniendo constancia indirecta a través de libros de actas más antiguos de los gastos consignados para este fin, es en unas actas del siglo XIX donde encontramos una descripción detallada de una de nuestras procesiones en la que no sólo se da cuenta sobre la escolta militar a Las Imágenes, sino incluso se prescribe el número y clase de instrumentos, y las piezas a interpretar.

Ya en el siglo XX tenemos constancia escrita y tradición oral sobre como, ya aparecida la otra Hermandad de Penitencia de nuestro pueblo, se procedía entre ambas a la contratación conjunta de bandas de “pinchetes” que acompañaran todas las procesiones. Es a mediados del siglo pasado, tras unos años en los que la hermandades centraron sus esfuerzos en la recuperación patrimonial tanto de imágenes como de enseres destruidos por anarquistas y anticlericales en los primeros momentos de la Guerra Civil, cuando se rompe esta costumbre y ya nuestra Hermandad inicia la incorporación a nuestros cortejos de bandas militares como Infantería de Marina, que añaden a sus cornetas y tambores escuadra de gastadores y sección de honores, dando una mayor solemnidad a las Estaciones de Penitencia y comenzando a desarrollar el carácter peculiar de la Semana Santa de Setenil en cuanto a su relación con la música.

Los Regulares en Setenil. Rodogo. 2016
Los Regulares en Setenil. Rodogo. 2016

Tras una década de los sesenta algo más tranquila, es en los años setenta cuando estalla la, no sé si bien o mal llamada, “Guerra de las Bandas”. Junto a las bandas de cornetas y tambores militares hacen su presencia en Setenil agrupaciones musicales de todo tipo, algunas de ellas difícilmente encajables en la normalidad cofrade. Son años donde se prima el número de bandas y su espectacularidad sobre la idoneidad o calidad de las mismas. Probablemente lo mejor que nos haya quedado de esos años, es la importancia que en Setenil se le da al pasacalles. La irrupción previa a cada procesión de los diferentes grupos hasta la Plaza es tan esperada por muchos como la propia procesión.

Es en los años ochenta cuando se producen dos hechos que van a marcar un antes y un después en esta relación entre la forma de entender los cortejos y el acompañamiento musical apropiado. Por un lado, la declaración como “Hermano Mayor Honorario” del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra. Y por otro la aparición de la Nueva Imagen de la Virgen de los Dolores.

Amén de la importancia institucional y el verdadero hermanamiento entre Intendentes y Blancos que se ha ido incrementando exponencialmente hasta nuestros días, nos abre la puerta a la participación de unidades militares no sólo realmente numerosas y brillantes, sino también con una lógica formación marcial. Las bandas militares se empiezan a presentar con Escuadras de Gastadores, Sección de Guiones, Unidad de Cornetas y Tambores o Agrupaciones Musicales, en muchos casos Bandas de Música y Compañía de Honores. Son largas noches de cuaresma con Junta de Gobierno en torno a teléfonos fijos y de viajes inacabables. Son años de “Regimiento Pavía de San Roque”, “División Acorazada Brunete”, “Banda de Pífano”, “Caballería de Aranjuez” (los magníficos “esparraguitos” con su uniforme de Húsares), “Legión”, “Regulares”, “Brigada Paracaidista”, “Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro«, …y un largo etcétera de unidades militares que han dado el máximo esplendor sobre todo a Nuestros Tronos de Cristo.

Como decía, el otro hecho que marca un hito en estos años es la realización de la Nueva Imagen de la Virgen de los Dolores por D. Luís Álvarez Duarte, unida a la confección tanto del techo de palio como de su frontal, trasera y laterales por D. Francisco Carrera Iglesias “Paquili”. Todo ello, nos pone frente a un Palio tan bello como sevillano, que pedía a gritos un acompañamiento adecuado. Empiezan a acompañarla Bandas de Música civiles con repertorios puramente cofrades, y se convierte en imán para todos aquellos costaleros que disfrutan paseando por las calles de Setenil a su Madre entre marchas de palio. Son bandas de uniformes menos vistosos, sin una rígida formación, pero con una calidad musical indudable. Esta cuadrilla, acompañada por diferentes agrupaciones, ha sido maestra y pionera en como poner un palio en nuestras calles.

Y llegamos al siglo XXI, cuando la desaparición del servicio militar obligatorio, la profesionalización del Ejército, la eliminación de las bandas que existían en casi todos los cuarteles y la implantación de leyes que restringen cada vez más la participación del Ejército en actos religiosos, nos obligaron a escoger entre las que ya habían participado a aquellas que preferíamos se convirtieran en tradición fija para nuestras procesiones. Y así, se nombra Hermano Mayor del Señor Amarrado a la Columna al Tercio Sur de Infantería de Marina, y a su vez, Hermano Mayor del Santo Entierro del Cristo de la Vera+Cruz al Grupo de Regulares nº 54 de Ceuta. El comportamiento de ambas unidades para con nosotros ha sido siempre ejemplar. Por su disponibilidad de personal el Tercio Sur envía un número más reducido de componentes, a veces circunscrita a Infantes de Honores, lo que nos lleva a disponer de Agrupaciones musicales civiles, que en su calidad musical son un más que digno acompañamiento para “El Amarrao”. Mientras los Regulares de Ceuta acuden siempre con una formación impresionante, que junto a su elegancia y disposición se convierten en la mejor y más medida representación militar de las que a Setenil acuden.

Regimiento de Artillería de Costa nº 4 con sede en el Acuartelamiento Camposoto

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Para terminar con el tema de las representaciones militares hemos de decir que no somos ilusos, pero, inasequibles al desaliento, nunca hemos dejado de intentar aumentar esta representación militar, y si en cualquier ocasión las circunstancias permitieran aumentarla de algún modo ahí estaremos. Nuestra idiosincrasia forjada durante casi cinco siglos nos obliga a cuidar este aspecto que es parte de nuestro patrimonio inmaterial y marca nuestros genes blancos.

Añadir que hoy, la continua participación de bandas de música en el Palio, junto a la aparición de programas con las marchas a interpretar en cada punto del recorrido, han conseguido de una parte crear una cultura musical en el costalero y el espectador, así como la expectación en torno al discurrir del Trono por esquinas, curvas y albarrás determinadas.

No quiero acabar esta humilde reseña sobre el papel de la música en nuestros desfiles procesionales, sin hacer referencia a la aparición este mismo año de un CD donde hemos querido recoger los sonidos de una Semana Santa. Titulado: “Amarrao a tu Vera+Cruz” pretende ser la grabación desde un balcón cualquiera del paso de Bandas y Procesiones. Subtitulado “Así suena la Semana Santa en Setenil” hemos ordenado las marchas desde el pasacalles de la primera un Jueves Santo hasta el regocijo en la Plaza del Domingo de Resurrección. Entre ellas una pequeña introducción locutada para cada día, así como la declamación de una poesía dedicada a la “Procesión del Silencio”. Me gustaría por último advertir que tanto en las locuciones, que se han grabado intentando captar el eco de nuestras cuevas y tajos, como en la mayoría de las marchas, hemos sacrificado un puntito de calidad con tal de mostrar el sonido de la calle, huyendo de la perfección sonora del estudio, pero ganando, a nuestro juicio, en la memoria de lo vivido.

Repertorio de Jueves Santo

SEÑOR AMARRADO A LA COLUMNA

1.-SALIDA: HIMNO NAC.-REO DE MUERTE

2.-PRIMER ARCO:   NAZARET

3.-SEGUNDO ARCO:   ORACIÓN

4.-AYUNTAMIENTO:   CINCO LLAGAS

5.-SUBIDA CALLE CADIZ:   PRESENTADO A SEVILLA

6.-CURVA CORRAL:   SALUD MONTESIÓN

7.-ENTRADA CALLE ALTA:   ¡OH PECADOR!

8.-PUERTA JOSÉ SINDICATO:   ¡Y CONTIGO HASTA EL CIELO!

9.-P. ANITA LA GALLITA:   ALMA DE DIOS

10.-ENTRADA CANTARERÍA:   LIBRE DESIGNACIÓN

11.-CANTARERÍA 2:   TAMBORES

12.-CANTARERÍA 3:   SEÑOR DE SAN ROMÁN

13.-PUENTE:   CONSUELO GITANO

14.-P. DOMINGO:   VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS

15.-P.MARI LOLI:   DE NAZARET A SEVILLA

16.-EMPIEZA CUESTA:   LA PASIÓN

17.-P.REYES:   PERDONA A TU PUEBLO

18.-JUBILADOS:   LA SAETA

19.-PLAZA:   COSTALEROS

20.-P.SEBASTIAN HARINA:   A LOS PIES DE SOR ANGELA

21.-AYUNTAMIENTO:   DE VUELTA AL PORVENIR

22.-ARCO:   VIRGEN DE LA ESTRELLA

23.-VILLA:   RESUCITO- ¡OH BENDITA ESTRELLA!

24.-ENTRADA:   HIMNO NACIONAL.

*Himno y marcha engarzadas

Repertorio de Viernes Santo

1.-SALIDA: HIMNO NAC.-MACARENA (A. MORENO)* (4:06)

2.-PRIMER ARCO:   AMANECER CON TRIANA (4:21)

3.-SEGUNDO ARCO:   PROCESIÓN DE S. SANTA EN SEVIL(3:16)

4.-AYUNTAMIENTO:   CALLEJUELA DE LA O  (4:02)

5.-SUBIDA CALLE CADIZ:   ROCÍO  (5:21)

6.-CURVA CORRAL:   PASA LA VIRGEN MACARENA (4:29)

7.-ENTRADA CALLE ALTA:   EN EL CIELO DE TUS OJOS (4:30)

8.-PUERTA JOSÉ SINDICATO:   NAZARENO Y GITANO (4:09)

9.-P. ANITA LA GALLITA:   LIBRE DESIGNACIÓN

10.-ENTRADA CANTARERÍA:   LIBRE DESIGNACIÓN

11.-CANTARERÍA 2:   TAMBORES

12.-CANTARERÍA 3:   LA SAETA (4:20)

13.-PUENTE:   AIRES DE TRIANA (3:59)

14.-P. DOMINGO:   TRIANA DE ESPERANZA  (5:16)

15.-P.MARI LOLI:   MI AMARGURA

16.-EMPIEZA CUESTA:   HOSSANA IN EXCELSIS  (4:34)

17.-P.REYES:   ESTRELLA SUBLIME  (3:46)

18.-JUBILADOS:   CARIDAD DEL GUADALQUIVIR  (5:02)

19.-PLAZA:   A TI… MANUÉ   (5:27)

20.-P.SEBASTIAN HARINA:   LA MACARENA (P. LOLA)(4:36)

21.-AYUNTAMIENTO:   ROSARIO DE MONTESIÓN (3:52)

22.-ARCO:   ENCARNACIÓN CORONADA (4:20)

23.-VILLA:   CORONACIÓN DE LA MACARENA  (2:56)

24.-ENTRADA:   HIMNO NACIONAL.

*Himno y marcha engarzadas

Así es la nueva Casa Hermandad, «un proyecto de todos y para todos»

En este video cedido generosamente por TeleAlcalá puedes conocer todos los detalles de cómo se hizo este proyecto colectivo y escuchar a todos los artífices de su ejecución. Un paseo de un abuelo blanco que le cuenta a su nieta el significado histórico de la Casa Hermandad. No te lo pierdas.

SEBASTIÁN LUQUE
Hermano Mayor de Los Blancos

Son muchos los años que en el seno de nuestra Hermandad se venía  fraguando y trabajando la idea de poder contar con una Casa de Hermandad, acorde y digna a la dimensión institucional e histórica que representan “Los Blancos” en Setenil. En los últimos tiempos, hemos redoblado nuestros esfuerzos para que “la Casa de todos los Blancos” fuese una realidad, debiendo de cumplir con las directrices que el Equipo Técnico nos había propuesto, respetando y teniendo en cuenta los parámetros que desde un primer momento nos habíamos propuesto.

Desde el primer momento, la Junta de Gobierno sabía que el proyecto iba a ser además de largo en el tiempo, costoso en su ejecución. Estábamos convencidos de que su realización no iba a ser posible sin contar con la ayuda y el esfuerzo de cada uno de los hermanos y hermanas que componen esta Santa Hermandad. Existía un convencimiento de que la Hermandad y el pueblo de Setenil iba a responder (como siempre lo ha hecho) a la demanda de ayuda de su Junta de Gobierno, para poder contribuir a este importante proyecto. 

En los últimos dos años y a pesar de los graves inconvenientes provocados por la pandemia, han sido múltiples las actividades, actos y eventos que desde la Hermandad se han organizado para poder recaudar fondos y poder ejecutar con el mayor esplendor y grandeza nuestro proyecto.

Ha sido “un proyecto de todos y para todos”. Y cuando me refiero a todos es sin excepción hermanos “Blancos” y setenileños en general que con su esfuerzo y aportación han hecho posible esta realidad, sintiéndose todos ellos parte importante  y necesaria del proyecto.

Como ejemplo de ese gran número de actividades emprendidas, pusimos en marcha una iniciativa para cubrir los gastos de toda la solería y escaleras del edificio, con una plantilla sobre la que cada hermano elegía los metros, peldaños o lozas que quería regalar para la Hermandad. La iniciativa ha sido todo un éxito.

Desde este artículo quiero agradecer en nombre de toda nuestra Junta de Gobierno y del Equipo Técnico que ha hecho posible la realización de este proyecto, el inmenso esfuerzo realizado por todos los donantes y colaboradores, no sólo del suelo, si no de esa gran cantidad de donaciones anónimas que han servido para sufragar materiales, instalaciones, servicios y equipamiento en general de todo el edificio.

No me gustaría finalizar, sin antes agradecer a ese equipo de hermanas que se ha encargado de ir por las calles, visitando y solicitando la necesaria ayuda y solidaridad de todos para este proyecto, dando una gran oportunidad de ser partícipes del gran proyecto de “Casa de Hermandad”.

Bendición de la Casa Hermandad el 25 de marzo de 2022, un fecha histórica para la Hermandad.

PEDRO ANDRADES

Camino de los cinco siglos de historia, Los Blancos no dejan de renovarse. La Semana Santa de 2022 será muy especial tras la dura pandemia que hemos sufrido. El Jueves Santo volverá a abrirse la puerta de la Iglesia de la Villa y disfrutaremos del esplendor de nuestras procesiones. Pero también habrá otras novedades importantes, porque se estrena la nueva Casa Hermandad de Los Blancos. En el número 1551 (sí, como suena) de la Plaza de la Villa, en la casa que fue antigua fábrica textil y biblioteca, nace algo más que un edificio para guardar y montar los tronos, algo más que un lugar de encuentro (que no es poco) para los hermanos blancos. Nace un espacio para conocer y admirar el patrimonio histórico, artístico y cultural de una Hermandad fundada en 1.551, que, sin duda, enriquece el patrimonio de Setenil y marca un hito en la historia de la Hermandad.

Pincha en el vídeo para ver la descripción de la Casa Hermandad realizada por el arquitecto redactor, José Antonio García Molina. Imagina Setenil ha editado un vídeo de 3 minutos y medio a partir de la grabación de la presentación oficial que hizo Tele Alcalá, a la que damos las gracias por su inagotable colaboración.

En julio de 2020 se presentaba el proyecto a cargo del arquitecto redactor, José Antonio García Molina, quien subrayaba el «valor añadido» de la apuesta por el patrimonio abanderado por la Hermandad de la Vera+Cruz. García Molina, que por desgracia falleció al poco tiempo de este acto, aplaudía la idoneidad de la ubicación en la antigua fortaleza medieval de Setenil, dado el peso histórico de la Hermandad. Los principales rasgos arquitectónicos de este edificio de tres plantas son, según destacó, la «simpleza» de la fachada marcada por una puerta ajustada al tamaño de los tronos y con referencias artísticas de esa época fundacional; la galería superior que permitirá disfrutar de los tronos a su altura; la apertura de balcones a Los Cortinales para integrar el paisaje («Setenil es un pueblo en 3D, vayas por donde vayas siempre hay vistas«); la adecuación de la zona de servicios propios de la Hermandad y las zonas de exposición, y una cierta elevación de la fachada para minimizar el impacto del edificio contiguo, que «es demoledor en esta plaza». En el siguiente , de tres minutos y medio, puedes escuchar los mejores momentos de la presentación, y la sincera satisfacción de García Molina por dejar ese legado a «una Hermandad de tanta solera».

Tras su fallecimiento, la Hermandad formó un equipo con Enrique Troya y los dos hijos de García Molina, José Antonio y Javier, y se hizo el encargo de la portada de piedra y la cornisa a Francisco Valcárcel Pozo, un prestigioso cantero rondeño que también asumió el escudo corporativo. La puerta principal se realizará según el deseo original de García Molina en los talleres de Juan Amador García Casas de La Rambla (Córdoba). En la fachada también se colocará un retablo cerámico, realizado por Jacoba Soriano de Benacazón (Sevilla), que resalta la relación de la Vera+Cruz con el Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra. En resumidas cuentas, máximo cuidado en los detalles para enriquecer el patrimonio local.

Así se hizo la vidriera

VÍCTOR MANUEL POLO CASTILLO

Las vidrieras son creaciones artísticas compuestas por trozos de vidrios planos de distintos colores, incoloros y texturas. Este producto es una obra artesanal, de diseño exclusivo, firmada por el artesano y manufacturada a través de técnicas tradicionales, utilizando nuevas y mejores materias primas, cuyo obje- tivo es llenar de luz, color e ilusión su entorno. 

El diseño consistió en la ela- boración de un modelo geométrico circular, en cuyo motivo central y principal, se dibuja el contorno de la “Santa Cruz” (con un vidrio veteado de marrones, simulando madera) sobre el Monte Calvario (de colores áridos y verde pálido) destacando sobre un fondo de cielo de diferentes tonos de azules y alguna nube. 

Todo este conjunto lo cir- cunda una estrecha cenefa de color verde claro, color representativo de esta cofradía de la “Vera Cruz”, para continuar y terminar hasta los bor- des con una más ancha, compuesta por 8 lóbulos pareados en amarillo y ámbar con incrustaciones de medios tacos en azul cobalto, todo contor- neado con otra franja de color rojo intenso y terminando hasta los bordes de la obra, con un verde más oscuro. 

En cuanto a los aspectos técnicos constructivos de las vidrieras emplomadas clásicas, como es este caso, decir que ésta consiste principalmente en el corte de los vidrios seleccionados, con una rulína o corta vidrios, siguiendo el patrón de dibujo realizado y posteriormente engarzándolos con ayuda de unas tiras de plomo con sección en doble U, que reciben los bordes de las piezas vítreas, desarrollando su construcción a modo de puzzle. Posteriormente se realizan las soldaduras, enmasillado y limpieza, finalizando con la aplicación de un aceite pro- tector especial a los plomos, para así asignar una mayor calidad y longevidad a la obra. 

Finalmente agradeceros encarecidamente la oportu- nidad de participación en esta publicación vuestra y por supuesto por la confianza depositada en mí taller, para la realización de esta vidriera, que ya forma parte de esta maravillosa “Casa Hermandad de la Santa Vera + Cruz”, cuya próxima inauguración, seguro que sumará aún más si cabe, al embellecimiento del rico Patrimonio Histórico y Cultural de la Semana Grande de Pasión de Nuestro Señor, haciendo sus estaciones de penitencia por el embaucador callejero de esta bellísima localidad serrana de Setenil de las Bodegas. 

El artesano:
Victor Manuel Polo Castillo 

Nacido en la localidad cordobesa de Bujalance en 1970, realiza sus estudios de delineación y decora- ción en la renombrada escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos “Mateo Inurria” de Córdoba, entre l989 y 1992, obteniendo el Título de Graduado Superior en Artes Plásticas. Tras cursar los estudios de Ingeniería Técnica en Topografía en la Universidad de Jaén, vuelve a dedicarse a su pasión artesanal, participando en un curso de vidrie- ría artística en Cádiz. Tras superar el curso se dedica a colaborar en la formación de nuevos alumnos del mismo centro artístico. 

En el año 2005 inicia su producción propia de vidriera artística y objetos decorativos, en la zona de la Bahía gaditana (www. vidrieraspolo.com) , que le lleva a distribuir su arte tanto en iglesias y edificios públicos, como en domicilios en Andalucía y en el resto de España. 

Como ejemplos destacan sus obras en el Santuario de la “Virgen de las Montañas” de Villamartín (Cádiz) o la restauración y creación de las vidrieras de la fachada principal del Teatro Florida de Algeciras (Cádiz). 

La ermita de San Sebastián

Los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, decidieron recuperar Setenil, plaza fronteriza entre los reinos cristiano y moro, como paso previo de la reconquista del reino nazarí de Granada.
Sabían las dificultades que iban a tener, otros reyes castellanos anteriores habían fracasado en el intento, y por ello dispusieron un ejército numeroso y fuerte, dotado con las más modernas y potentes armas de la época.

Asentaron su real bien cerca de la villa, en un lugar alto desde donde sus gruesas lombardas dominaban las defensas de la fortaleza mora. Detrás, en la retaguardia,  se instalaron las seis tiendas que “se decían el hospital de la Reyna para los dolientes é fétidos”, llamadas así porque eran pagadas por la reina Isabel de su propio bolsillo.

En pocos días el alcaide moro, amedrentado por los daños que ocasionaban los cañonazos, rindió la población.

El Rey Fernando dejó por capitán mayor a Don Francisco Enríquez  con hombres a caballo y a pie suficientes para guardar Setenil cristiano.

Estos primeros cristianos cumpliendo el mandato de los Reyes Católicos, recogido en las reales Ordenanzas –e la Ermita de San Sebastián Mártir que nos hemos de mandar hacer, ocho caballerías de tierra…-  edificaron una capilla o ermita en el lugar que estuvieron las tiendas portátiles del hospital de la reina, una de las cuales, probablemente, estaría habilitada como lugar de culto y de acogimiento al Santísimo. 

Setenil fue reconquistado el martes 21 de septiembre de 1484, y aparroquiado entonces mismo y la ermita de San Sebastián es la primera sede de la parroquia hasta la construcción de la Iglesia Mayor.

San Sebastian, patrón de Setenil. Foto: MARÍA GJ
San Sebastian, patrón de Setenil. Foto: MARÍA GJ

Sebastián -nacido en el siglo III- era un joven soldado romano, estimado por el emperador,  que no obstante  ordena que sufra el martirio dos veces, -primero asaetado y después apaleado- por no aceptar las costumbres paganas de los romanos, negarse a adorar a los ídolos y llevar el consuelo de la palabra de Cristo a los cristianos cautivos que esperaban el martirio. Los cristianos para la poderosa Roma eran ateos, enemigos peligrosos  del estado, a los que había que perseguir y eliminar por su fe.

El santo  Sebastián, defensor de la Iglesia, goza de una gran devoción en el mundo cristiano, siendo innumerables los lugares que lo tienen como patrón -Huelva, Palma de Mallorca, San Sebastián, Setenil…-
En estos días se está restaurando su Capilla, la situada junto la Piedad de Miguel Ángel en la Basílica de San Pedro, porque en ella reposarán los restos del Papa Juan Pablo II  una vez beatificado.

Nuestra vieja Ermita, consagrada a San Sebastián Mártir, es de pequeña proporciones, de estilo gótico tardío, de líneas sencillas y austeras, de una sola planta rectangular a la que se accede por una entrada por la fachada norte. Su presbiterio esta cubierto por una bóveda de nervios simples.  En el altar mayor hay tres nichos para las imágenes.

En la cubierta una espadaña-campanario muy pequeña rematada con una cruz y albergando una campana,  sujeta al yugo, sin badajo. A izquierda del altar mayor hay una  capillita anexa a la ermita, edificada en enero de 1796, para situar en ella la imagen del Crucificado de la Vera Cruz.

Desde esa lejana fecha, septiembre de 1484, hasta hoy, la Ermita en la madrugada del viernes santo es punto de partida de la más  hermosa manifestación pública de fe de Setenil, la procesión del Silencio. En un principio eran clérigos los que llevaban a mano un crucifijo pequeño en procesión, más tarde tomaron el relevo cristianos viejos y bien probados que ya portaban el Crucificado a hombros desde la Ermita hasta la Iglesia Mayor.

En los desgraciados días de la guerra civil del año 1936 sufrió daños en su modesta estructura, no  así las imágenes que se veneraban en su interior, el Crucificadoel Señor Resucitado,  Ntra Sra de la Salud y San Sebastián, tallas que fueron puestas salvo por personas piadosas.

La ermita de San Sebastián Mártir es la primera edificación cristiana de Setenil, donde se acunó el cristianismo  y donde se sintetizan las raíces históricas, religiosas y culturales de nuestro pueblo.

En la actualidad las inclemencias del tiempo, favorecidas por  la naturaleza de los materiales con que fue construida, han hecho mella en los muros y en la cúpula. Se han perdido la sacristía  y la vivienda.  La cubierta y el interior del templo necesitan una profunda rehabilitación.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación

SEBASTIÁN BERMÚDEZ HORMIGO

Pongámonos en situación y esbocemos los primeros momentos de la construcción de la Iglesia Mayor en la villa.

Como es conocido, la iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación, posiblemente, no debió ser comenzada antes del final del siglo XV o principios del XVI, según podemos deducir de la fecha de conquista de Setenil: el 21 de Septiembre de 1484. Por cuanto se refiere al periodo o estilo al que esta seo pertenece, podemos encasillarla en el llamado tardo-gótico o gótico isabelino. En esta época ya se dominan todas las particularidades del estilo gótico y los artistas se recrean en la decoración, introduciendo incipientes elementos del nuevo estilo que viene: el clasicismo renacentista.

Teniendo en cuenta la fecha de conquista y que se tardaría cierto margen de años en encontrar la coyuntura económico-financiera adecuada para emprender el levantamiento de semejante edificio religioso, cabe suponer que la fecha aproximada de inicio de la empresa debió rondar la fecha anteriormente propuesta (últimos años del siglo XV y la primera década del siglo XVI). De esta centuria -el largo siglo XVI- no se tienen noticias sobre quienes fueron los artífices reales de la obra de construcción y de sus diseños.

Comenzada a levantar bajo el patronazgo de los Reyes Católicos y bajo la encomienda y supervisión del arzobispado de Sevilla; podemos decir que en los primeros momentos constructivos de la fábrica de la iglesia, prima el interés por contar con espacio consagrado, elevándose de forma más o menos rápida la nave de obra mudéjar que ha permanecido hasta nuestros días. De esta primera época (comienzos del siglo XVI) no tenemos noticias de maestros o artistas significativos, y no es de extrañar, porque la manufactura no es de la calidad debida a un gran maestro de la época lo que explica que la autoría permanezca en el anonimato, entre otras muchas razones que no viene al cosa comentar.

La obra de nuestra iglesia, parece ser que fue impulsada por Fray Diego de Deza, quién fuese preceptor del infante Don Juan -hijo de los Reyes Católicos-, Inquisidor Mayor del Reino y Arzobispo de Sevilla entre 1504 y 1523. Podemos constatar que su principal comitente fue el arzobispado sevillano, como podemos observar en los 2 escudos eclesiásticos que decoran los tramos oblicuos del presbiterio, con el capelo rojo y las 4 borlas colgantes sobre los escudos.

A pesar de los esfuerzos financieros de la curia eclesiástica sevillana, la obra de esta iglesia sufrió numerosos contratiempos e impidió la intervención de maestros de primer rango que estaban ocupados en otros edificios más importantes para la diócesis. No será hasta comenzado el siglo XVII cuando podamos identificar a un maestro de obras. Tal y como en su día  demostró la profesora Mª. Dolores Aguilar, parece que en 1614, el maestro Pedro Díaz de Palacios interviene en diversas obras de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación. Hasta hace poco se ha venido creyendo que este arquitecto, tuvo cierta formación clasicista, fue maestro mayor de las obras de la Catedral de Sevilla y en 1590 es nombrado responsable de las obras de la Catedral de Málaga y los edificios pertenecientes  a esta diócesis. Pero esto no es del todo cierto.

¿Quién fue Pedro Díaz de Palacios? Al respecto, cabe indicar que recientes trabajos de investigación sobre este arquitecto han cambiado sustancialmente lo que hasta hace poco se había escrito. Durante la década de los ochenta y noventa del siglo pasado, se creía que Pedro Díaz de Palacios, era un único individuo que trabajó en las obras de la catedral de Sevilla en torno a 1570 y que, posteriormente, en 1599 será nombrado aparejador de las obras de cantería de los edificios dependientes del cabildo catedralicio de Málaga.

Las investigaciones realizadas por Eduardo Carrero y Vera González, han demostrado que los “Díaz de Palacios” constituyeron una saga de artistas de renombre durante los siglos XVI y XVII. Éstos eran una de las cuadrillas de canteros de mayor renombre en  la zona oriental de Cantabria, de donde son oriundos. De Cantabria, la familia partió a diversos lugares como Sevilla, Málaga, Burgos o Valladolid, donde se ha podido constatar su presencia. Durante los noventa años que van desde 1569 a 1659, están documentados, al menos, tres maestros diferentes con el mismo nombre.

El primer Pedro Díaz de Palacios ya en 1569 A la muerte de Hernán Ruiz II, es elegido como maestro mayor de la catedral de Sevilla, interviniendo en la obra decorativa de su Capilla Real, aunque -al parecer- de modo no conforme a los deseos del Cabildo, que en 1574 lo sustituye por Juan de Maeda, por entonces maestro mayor de la catedral de Granada. Su ámbito de trabajo se centró en Andalucía, dedicándose fundamentalmente a la traza de retablos.

No obstante continúa al frente de las obras del arzobispado, interviniendo en algunas de las iglesias que entonces se levantaban o reformaba, tales como el campanario de la iglesia de Constantina, o las Capillas sacramentales de la Iglesia de Santa María de Carmona o de la iglesia parroquial de El Pedroso. También trabajó como retablista, donde alcanzó notables éxitos, trazando el Retablo de la Iglesia de Aznalcóllar (1584), el grandioso retablo de la Iglesia de Santiago de Écija, de 1587, y el de la Iglesia de Sanlúcar la Mayor. Fallece entre 1598 y 1601 en San Miguel de Aras (Cantabria)  a donde regresó para realizar las obras de una sacristía.

El Segundo Pedro Díaz de Palacios, trabajó en la diócesis malagueña como maestro mayor del cabildo catedralicio, realizando las obras del coro de la Catedral de Málaga, obras de reparación y nueva construcción de parroquias locales dependientes de Málaga. Sus actuaciones fueron diversas, desde obras de reparación en templos ya construidos hasta el levantamiento de elementos arquitectónicos y/o espacios de nueva planta. Su formación como tracista y carpintero le llevo a dirigir numerosas obras de este campo en pequeñas iglesias como las de Grazalema, Villaluenga, Benaocaz y Setenil en 1614.

Se sabe que Pedro Díaz fue un hombre muy polifacético que, además de arquitecto y tracista de retablos, trabajó como ingeniero de algunas obras en el puerto de Málaga . También mantuvo relación artística con Alonso de Vandelvira, hijo del gran arquitecto Andrés, a quien en 1605 el maestro Díaz de Palacios le encarga construir la capilla Mayor del convento de San Francisco en el Puerto de Santa María.

El tercero en discordia, es un Pedro Díaz de Palacios que desarrolla su carrera en tierras castellanas (Peñafiel, Aranda de Duero, Sepúlveda,…) y parece ser hijo del que trabajó en Málaga.

Es bastante probable que el maestro mayor de las obras de la diócesis malagueña sea hijo del que trabajó en Sevilla, y es el que intervendrá en la iglesia setenileña. Seguramente la intervención real de Pedro Díaz en Setenil se circunscribió a reparar las cubiertas de madera del tramo de nave de obra mudéjar, los artesonados de las sacristías y a dar las trazas de los retablos que adornaban el crucero.

Junto a él trabajaron tres tallistas y carpinteros que fueron Bartolomé AlcántaraDiego Jiménez Sarriá y Diego Jiménez Castro (posiblemente hijo del anterior, quienes ejecutaron las obras en madera de las parroquias antes mencionadas, incluida la de Setenil de las Bodegas, en 1614. Con seguridad, esta tríada de artistas fueron los tallistas y artífices de algunos de los espléndidos artesonados de estos edificios y de los retablos que los adornan. El maestro Pedro Díaz será quien dé los diseños,  las trazas, y estos tres artistas serán los responsables de ejecutarlas conforme al programa iconográfico que se haya determinado.

De todos es sabido que los retablos que en esta época se realizaron para adornar las Iglesia Mayor han desaparecido, lo que nos impide poder comentarlos como es debido. Solo tenemos alguna referencia fotográfica de comienzos del siglo 20. Gracias a un documento gráfico sabemos que el testero central del altar mayor estaba cubierto por un hermoso retablo de tres cuerpos y tres calles que albergaba tanto esculturas como pinturas y un Cristo crucificado en la espina central del retablo. En el testero sur, junto al muro de la sacristía se levantaba otro pequeño retablo, de ornato y estética muy similar al enmarcamiento en madera que tiene el altar de Ntra. Sra. del Carmen en su ermita. Las huellas de estos elementos muebles podemos encontrarlas, hoy día, en los muros de Iglesia.

Este templo tiene todavía muchas cosas que contarnos y seguramente se vayan sucediendo nuevos estudios e investigaciones que nos permitan conocer mejor nuestra historia. Yo sólo he pretendido aportar un pequeño grano de arena en el vasto arenal del estudio de la historia, que es -y deseo que sea- discutible y rebatible con nuevas pruebas y evidencias científicas.

Hermandad de la Vera+Cruz de Setenil: una historia que se remonta a 1551

Al finalizar la Edad Media, el culto y la devoción a la Santa Vera+Cruz fue  introducida por los frailes franciscanos, desembocando en la aparición de las primeras cofradías penitenciales en España. Las hermandades de la Vera+Cruz surgen en España ya a finales del siglo XV, especialmente en las ciudades del norte español, libres ya desde hacía tiempo de la ocupación musulmana. Poco a poco, la devoción a la Cruz y la Sangre  de Cristo, provoca la rápida expansión de estas asociaciones piadosas por toda la geografía peninsular.

Por todos es conocido que la devoción a la verdadera Cruz de Nuestro Señor es el origen de las Hermandades de la Vera+Cruz, siendo una de las primeras Hermandades de la Vera+Cruz en constituirse como tal, la de Sevilla, cuya fundación se remonta a 1448, estableciéndose en el convento de San Francisco, no teniendo carácter penitencial hasta 1538.

En la provincia de Cádiz, la primera hermandad de la Vera+Cruz de la que se tienen noticias es la de El Puerto de Santa María, con datos que la situarían en 1505 y en el convento de la Victoria; En cualquier caso estaríamos ante la cofradía penitencial más antigua de la provincia de Cádiz.  

El origen de la Semana Santa de Setenil está ligado por tanto al nacimiento en 1551 de la Hermandad de la Santa Vera+Cruz, mediante petición formulada por el Obispo de Málaga, Fray Bernardo Manrique de Lara, y otorgada mediante bula en 1590 por el Papa Sixto V. Una segunda bula le sería concedida por el Papa Clemente XIII el 13 de Abril de 1763, datos que figuran en el acta del cabildo que la hermandad celebra en el año 1866. La Hermandad de la Santa Vera+Cruz de Setenil es una de las más antiguas de la provincia de Cádiz.

Según estudio historíco realizado por D. Francisco Espinosa de los Monteros Sánchez, en el año  1551 se encuentran los  primeros datos de la corporación crucera de Setenil, la cual al parecer se fundó dicho año en la  iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación.  Setenil pertenecía en aquella época al obispado de Málaga. En dicho estudio y como nota anecdótica se recoge que el vecino de Setenil y hermano de esta Hermandad, Juan Guerrero Toledo, dejó escrito en su testamento de fecha  12 de julio de 1566: “que mi cuerpo sea aconpañado con la cera e la  luz de la vera cruz… mando se pague lo que la regla mande”.

La Vera+Cruz de Setenil mantuvo contacto con las denominadas Escuelas de Cristo, organización que buscaba además de la ayuda espiritual, la material de sus integrantes.

Nuestra hermandad es abierta, o sea  que elige cargos asambleáriamente. Cuentan con libros durante prácticamente toda su existencia, que se extiende desde el año 1551 en que tiene lugar su fundación hasta nuestros días, conservándose algunos de ellos y estando ilocalizados algunos libros de actas y de inventario.

Resulta complicado poder resumir en un breve texto la historia de una Hermandad que cuenta con más de 460 años de historia. Hermandad por la que han pasado tantas y tantas generaciones, gracias a las cuales en la actualidad podemos disfrutar de este gran patrimonio religioso, arraigado de forma importante en nuestras tradiciones y costumbres, que nos hacen ser testigos y portadores de nuestro fervor  y de nuestra historia.

En cuanto a la indumentaria, está compuesta por túnica y capa de color blanco. El antifaz, el cordón (o fajín) con que atan la túnica y los botones de esta son de color verde. Incorpora el color amarillo en una borla en la que acaba la parte posterior del antifaz. Por último el escudo de la hermandad estará situado a la izquierda de la capa.

Las salidas procesionales; Miércoles Santo (Traslado del Cristo hasta la ermita de San Sebastián) Jueves Santo (Procesión del Señor Amarrado a la Columna y Ntra. Señora de los Dolores) Madrugada del Jueves Santo (Procesión del Silencio), Viernes Santo (Procesión del Santo Entierro y Ntra. Señora de los Dolores  y Domingo de Resurrección (Procesión del Señor Resucitado y Ntra. Señora del Rosario).

El documento histórico definitivo de la adquisición de Nuestra Señora de los Dolores

JOSÉ ANTONIO GARCÍA GARCÍA

En el siguiente documento de fecha de 1986 el secretario de la época de nuestra Hermandad, D. Francisco Jiménez Marín, redacta con expresa pulcritud los pormenores de la adquisición de la obra de arte de Nuestrar Señora la Virgen de los Dolores. 

En el documento se detalla con máxima rigurosidad los detalles de cómo se gestó el encargo, a través de quién, el autor de máxima profesionalidad y popularidad al que se le encargó la obra, las personas de la hermandad que estuvieron involucradas, el precio de adquisición, y otras anécdotas de mucho valor, por lo singular de la talla de que se trata.

En definitiva, el documento que no te puedes perder, si eres amante de la historia, Blanco de corazón, y enamorado del arte en su máxima expresión.