LosBlancosdeSetenil supera las 100.000 visitas

PEDRO ANDRADES
Editor de losblancosdesetenil

Losblancosdesetenilcom acaba de superar las 100.000 visitas, según nos notifica el servicio de estadísticas de wordpress. Es un dato sobresaliente que reafirma el enorme interés que suscita la Vera+Cruz de Setenil y la confianza depositada por muchísimos lectores en esta apuesta de la Hermandad por la comunicación y la nuevas tecnologías en vísperas del 475 Aniversario de su fundación. Este blog ha nacido para profundizar en el conocimiento y divulgación de la historia y el presente de Los Blancos y podemos decir con absoluto orgullo que ha sido un éxito total de audiencia. Cien mil gracias.

Para nosotros la Semana Santa dura 365 días y, una vez concluída la celebración de la Pascua, vamos a seguir enriqueciendo los contenidos de este archivo digital sobre nuestro patrimonio y nuestra historia, que se pone al alcance de todos los hermanos, de los amantes de la Semana Santa, de los estudiosos cofrades y de los investigadores de la historia de Setenil, sin olvidarnos nunca de ser espejo de ese otro patrimonio inmaterial que son las emociones, la memoria y la tradición. Te puedes suscribir gratuitamente introduciendo tu correo en el siguiente widget para estar informado de todas novedades y de todos los preparativos del 475 Aniversario, un evento único del que muy pocas hermandades del mundo pueden presumir.

La Semana Santa de 2025 en imágenes

Balance extraordinario de la Semana Santa de 2025, aunque con el amargor de que no pudo salir la procesión del Señor Resucitado y Nuestra Señora del Rosario por la amenaza de lluvia. Os dejamos con algunas de las hermosísimas fotografías del Jueves y Viernes Santo, que contó con la novedad de una procesión del Santo Entierro con el Señor en su Cruz, como ocurrirá cada cinco años (aquellos que terminen en 5 o 0). También del Domingo en el que hemos podido celebrar la alegría de la Pascua de la Resurrección, acompañando en el interior de la Casa de Hermandad al Santo Cristo Resucitado y a la Santísima Virgen del Rosario. Los Blancos siempre unidos y en Hermandad, pensamos con ilusión en la Semana Santa 2026, en la que cumpliremos 475 años desde nuestra fundación en 1551. Damos las gracias a María GJ, Ragara y José Antonio González Pérez por sus fotos y a otros vecinos que nos envían sus imágenes. Esta galería se irá actualizando en los próximos días.

Pincha en la imagen para ver el reportaje fotográfico de Mario García Vargas en su blog, «Setenil, una ventana a ti alrededor».

La Virgen de los Dolores en Jueves Santo en 2025. Foto: RAGARA.

El Amarrao de Los Blancos al detalle: las fotos de David García

El fotógrafo gaditano junto a una imagen suya del Amarraro que fue portada de la Revista Vera+Cruz en 2024.

PEDRO ANDRADES

El gaditano David García nos dejó en 2023 este completo y excelente reportaje de la procesión que abre la Semana Santa de Setenil. El fotógrafo realiza una radiografía precisa de la impresionante imagen del Señor Atado a la Columna, que luce especialmente tras la restauración que hizo el prestigioso imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro, y la Virgen de los Dolores, tanto en la Casa Hermandad como en su recorrido desde la Villa a la Plaza. Siguiendo la brillante estela de nuestro queridos Rafael García Ramírez ‘Ragara’ y Rodrigo Domínguez González ‘Rodogo’, David García resalta detalles que han merecido la portada de la Revista Vera+Cruz 2024 como esa fotografía de los pies del Amarrao con su tradicional ofrenda de rosas rojas o esos planos perfectos del rostro de la dolorosa que esculpió Álvarez Duarte. Disfrutad de la belleza de estas imágenes con las que enriquecemos aún más el archivo multimedia de la Hermandad de la Santa Vera+Cruz de Setenil, que podéis ver en la sección «1.001 fotografías de Los Blancos» con la que celebramos el 475 Aniversario de la fundación de esta cofradía. Gracias a David García por su generosa aportación.

La imagen del Amarrao en todos sus detalles en la Casa Hermandad de la Vera+Cruz de Setenil.
La Virgen de los Dolores, el Jueves Santo en su Casa Hermandad.

Lo que no se ve: la vida interna de la Hermandad y la meticulosa organización de las procesiones

LINA FERNÁNDEZ JIMÉNEZ
Reportaje fotográfico: MARÍA GJ

Para poner en movimiento a las más de 800 personas que participan en una procesión, entre penitentes, mantillas, costaleros, personas que van acompañando al trono, músicos, personal de protocolo y representantes institucionales y militares, se requiere de un exquisito trabajo previo de coordinación y planificación, repletos de contactos, encuentros, llamadas, correos, montaje de tronos, limpieza de enseres, ornamentación floral y reuniones que forman parte de un enorme iceberg, cuyo extremo visible, y culmen, tiene lugar durante las procesiones los días de Semana Santa.

Cada detalle y decisión se acuerdan en la reuniones que se vienen llevando a cabo a lo largo del año, así como el encuentro de costaleros, mantillas y la reunión de penitentes del Viernes Dolores, donde se distribuyen los enseres. Pero detrás de cada decisión y acuerdo, hay una planificación y un organigrama complejo, que parte de un periodo de análisis y reflexión de los aspectos a mejorar de la Semana Santa anterior. Cuenta, además, con un estudio minucioso del recorrido, los tiempos de paso y las paradas previstas de los tronos, todo ello en coordinación con lo capataces y personas responsables de la procesiones.

En conclusión, detrás de cada procesión, hay un lado invisible que es esencial. La aparente espontaneidad del evento, es, en realidad, el resultado de una organización meticulosa y apasionada que persigue honrar a la fe, devoción, tradición y singularidad de nuestra Semana Santa, gracias a un engranaje humano que tras un incansable trabajo sincronizado permite que la Semana Santa sea una celebración anual donde nuestra Hermandad en solo cuatro días logre sacar cuatro procesiones, permitiendo preservar siglos de tradición y de fe, a los que hay que añadir lazos de unión, amistad y Hermandad.

«TRABAJOS OCULTOS».
En la Santa Vera+Cruz realizamos muchos “trabajos ocultos” necesarios para cumplir conseguir las salidas profesionales en nuestra Semana Santa, que requieren de la colaboración de todos los hermanos y hermanas, dándole un especial protagonismo al Grupo Joven del que me siento parte y enormemente orgullosa, de ver cómo desde el más pequeño hasta el mayor trabajan y se implican en la hermandad. Así podemos garantizar el futuro de Los Blancos. Son muchas horas de trabajo las que algunos hermanos y hermanas le dedican a su segunda familia, que es la hermandad, durante todo el año, no solamente cuando llega Semana Santa. Son horas que se quitan a su vida personal para dedicarlas al fervor y a la devoción que tienen por nuestros titulares.

Con el trabajo de todo el año y, sobre todo durante la cuaresma, se crean varios grupos de trabajo formados por adultos que a la vez implican e incluyen a jóvenes para que nos formemos en el ámbito que vamos a desarrollar. Es el caso de los penitentes: llevo algunos años formando parte tanto de la comitiva de organización de las salidas procesionales como del reparto de enseres que se lleva a cabo en nuestra reunión de penitentes. Este trabajo parece fácil, pero es complicado: repartir a niños/as los enseres y que se vayan o no contentos es algo que nos corroe y que no todos los años podemos decir que ha salido bien. Pero que luego te llena de satisfacción al ver que ese trabajo realizado ha merecido la pena.

Los Tronos: la preparación, limpieza, y montaje de nuestros tronos para poder salir a la calle y procesionar es otro de los “trabajos ocultos” que hay dentro de una hermandad. Estos hombres, con el lema de “tranquilidad”, saben dónde va cada tornillo y hacer un perfecto montaje de nuestros titulares. Sin ellos, nuestras salidas profesionales serían imposibles.

Flores y cera: el embellecimiento de los tronos y, por tanto, de nuestras imágenes, es otro de los trabajos importantes dentro de una hermandad. Un grupo de mujeres se encargan de las flores y de la cera que adornan los mismos. Y, aunque luego participemos en esto varias personas, son ellas las que nos dicen cómo hacerlo y dónde colocar corchos para la buena sujeción de las flores, entre otras cosas.

Enseres y patrimonio: esto es un poco más “visible”. Hay mucho trabajo detrás, enseres, ropa, faldones de tronos. Todo tiene que estar preparado para relucir en nuestras procesiones. Dentro de este ámbito me atrevo a incluir también la preparación y limpieza de la casa de hermandad. Me atrevo a hablar incluso de los viajes que se realizan dentro de una hermandad ya sea para recoger o llevar enseres a arreglarlos, por invitación a actos militares, viajes anuales, para firmar un contrato de una banda de música… Esto también necesita de implicación y trabajo por parte de un grupo de personas dedicadas a ello que no se ve pero que es importante.

Por ello, desde aquí me gustaría agradecer a todas estas personas, hombres, mujeres, jóvenes y niños/as que luchan y trabajan día a día, para que nuestra hermandad funcione de esta forma y por llevar a Los Blancos a lo más alto, por dejarme ser parte de esta hermandad y por ser partícipe de ella. Agradecer de forma especial a mi padre, Rodrigo Fernández Cubiles, porque él es uno de los hombres de nuestra hermandad que trabaja día a día por la misma para que todo vaya en correcto funcionamiento y porque gracias a él, he aprendido el verdadero significado de la palabra Hermandad.

Encuentro de penitentes el Viernes de Dolores de 2025.

Familias blancas por el mundo

El equipo de redacción de la «Revista Vera+Cruz 2025» ha recopilado el testimonio de «blancos» que viven fuera de Setenil y que conservan su devoción hacia nuestros titulares. Desde Canarias a Suiza, Madrid, Barcelona, Ciudad Real, Valencia o Marbella, cada año cuentan los días para regresar a Setenil en Semana Santa, disfrutar del reencuentro con sus orígenes y participar de nuestras procesiones.

JUAN MORENO DOMÍNGUEZ. VALENCIA.

«Mi nombre es Juan Moreno Domínguez, hermano de la Vera Cruz desde que nací, desde el 15 de Abril de 1939, ésta es mi fecha de nacimiento ya que mi padre, blanco de toda la vida, fue a darme de alta en la Hermandad nada más nacer. Mi padre siempre llevaba la Cruz de Guía en la procesión de “El Amarrao”. Actualmente resido en Valencia desde hace 45 años, llevo varios años jubilado y mientras trabajaba creo ser de los que más lotería vendía a la Hermandad. Después de jubilado ya no pude seguir vendiendo tanta lotería. En cuanto a mi vinculación a la Hermandad, ya está todo dicho, ya que vuelvo a repetir: soy Hermano desde el día que nací.

Siento una tremenda emoción de pensar que este año vamos la familia completa a Setenil, ya que tanto mi hijo como mi nieto, serán costaleros de  “El Amarrao”. Es infinita la satisfacción que siento en pensar que en mi vejez iba a ver a mis familiares más cercanos participar de esta forma en la procesión de “El Amarrao” y “Santo Entierro”, seguro que todo esto es para mí casi lo más grande que me pueda pasar. Y además mi nuera y su madre participan en el “Santo Entierro” vestidas de Mantilla.

Algo inolvidable para mí era cuando terminaba la procesión de “El Amarrao”, llegaba a casa y me encontraba a mi madre vestida de penitencia para “El Silencio” y me llevaba un buen susto al verla así. A continuación, la cogía de la mano y nos íbamos a San Sebastián para participar en la procesión de “El Silencio”. Nos poníamos de los primeros para estar cerca de Picamín para poder escuchar la letanía que cantaban.

Por cierto, mi padre y Juan “el municipal” (el cojo) iban delante de la procesión, sacando a las mujeres de la calle y diciendo a la gente que cerraran las puertas de las casas para que no se viera luz eléctrica. Como actualmente, en cuanto El Silencio llegaba a las primeras casas del pueblo se apagaban todas las luces de las calles. Mi familia y yo estamos siempre contando los días que faltan para que llegue el Jueves Santo y acompañar a nuestra Hermandad por las calles de Setenil.

MARÍA TERESA BASTIDAS ANAYA. MADRID

¿Dónde te encuentras actualmente y de dónde procede tu vinculación con nuestra Hermandad? Actualmente me encuentro en Madrid, lejos de Setenil, pero siempre con el corazón y el alma profundamente ligados a nuestra Hermandad de la Vera+Cruz. Mi vínculo con ella se remonta a mi infancia, a aquellos años en los que, de la mano de mis padres y abuelos, aprendí el significado del amor a Cristo en su Pasión y a la Santísima Virgen María. La devoción en mi familia ha sido transmitida de generación en generación, y aunque la distancia física nos separe, el espíritu de nuestra Hermandad sigue latiendo en mi interior. La cruz verde y la túnica blanca son más que símbolos: representan una forma de vida, una entrega y una fe que trascienden el tiempo y la distancia.

La Semana Santa en Setenil es para mí la expresión más profunda de esta fe heredada, una vivencia en comunidad donde el sacrificio, la entrega y el amor de Cristo se hacen palpables. A pesar de estar lejos, sigo manteniendo mi compromiso con la Hermandad, ya sea en la oración, en la reflexión o en la participación a distancia en las actividades y cultos que se organizan.

¿Qué implica para ti volver en familia a Setenil en Semana Santa? Volver en familia a Setenil en Semana Santa es mucho más que un simple viaje. Es un retorno al origen, una renovación del espíritu y una oportunidad de vivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en comunión con aquellos que comparten la misma fe. La Semana Santa en Setenil es un tiempo de recogimiento, pero también de reencuentro, donde los lazos familiares y fraternos se fortalecen en el amor de Dios.

Pisar nuevamente sus calles empedradas, sentir el aroma del incienso, escuchar el redoble solemne de los tambores y ver a los nazarenos en procesión con la mirada puesta en el cielo es un regalo de gracia. Es un momento para recordar que, aunque el mundo cambie y los caminos nos lleven lejos, la fe nos mantiene unidos.En lo personal, volver en Semana Santa implica reencontrarme con mis raíces y renovar mi compromiso con Cristo y con la Virgen. Supone vivir el misterio de la Pasión desde el interior, desde el sacrificio de cada hermano que porta un cirio, una cruz o un trono, desde la emoción contenida de los que acompañamos el cortejo con oración y respeto. Es también una enseñanza para mis hijos y las futuras generaciones, para que comprendan que la fe no se apaga con la distancia y que la Hermandad es un hogar espiritual al que siempre podemos regresar.

¿Nos puedes contar experiencias entrañables que recuerdes? Son muchos los recuerdos que guardo con cariño de la Semana Santa en Setenil y de la Hermandad de la Vera+Cruz. Desde mi infancia, uno de los momentos más emotivos siempre ha sido la salida de la procesión en la noche del Jueves Santo, cuando la oscuridad se ilumina con la luz de los cirios y el silencio solo es interrumpido por los pasos solemnes de los hermanos que caminan con devoción.

Recuerdo con especial emoción la primera vez que tuve el honor de ver vestir por primera vez  la túnica blanca y formar parte del cortejo procesional a mis hijos. La sensación de llevar la vela encendida, de caminar junto a tantos hermanos con el mismo propósito, de sentir el peso de la devoción en el corazón, fue indescriptible. También tengo grabado en la memoria el momento en que, siendo mi hija muy pequeña , su padre la levantó en sus brazos para que pudiera ver de cerca a la Virgen y comprender el dolor y la esperanza que su imagen transmite.

Otro recuerdo inolvidable fue cuando, después de muchos años sin poder asistir, regresé a Setenil en Semana Santa con toda mi familia. Al llegar a la iglesia y ver el rostro del Cristo de la Vera+Cruz, sentí una emoción profunda, como si nunca me hubiera ido realmente. Fue un recordatorio de que, sin importar la distancia, nuestra fe nos mantiene unidos en espíritu.

Utiliza este espacio para comentar aquello que nos quieras hacer llegar. Quiero aprovechar este espacio para expresar mi gratitud a la Hermandad de la Vera+Cruz por mantener viva la tradición, por ser faro de fe y por permitir que aquellos que estamos lejos sigamos sintiéndonos parte de esta gran familia. La Semana Santa de Setenil no es solo una celebración religiosa, sino un testimonio de amor y entrega que nos ayuda a fortalecer nuestra fe y a recordar el sacrificio de Cristo por nosotros.

A todos mis hermanos en la fe, quiero decirles que, aunque la vida nos lleve por distintos caminos, siempre habrá un punto de encuentro en la devoción a nuestro Cristo y a la Virgen. Que nunca nos falte la fe, que nuestras oraciones sigan uniéndonos más allá de la distancia, y que, Dios mediante, podamos volver a vernos bajo el manto de nuestra Hermandad en Setenil.

JUAN ORTEGA DOMÍNGUEZ. LAS LABORES (CIUDAD REAL). Actualmente, y desde hace casi 51 años, resido en un pueblo de la provincia de Ciudad Real llamado Las Labores, al que llegó mi familia después de que a mi padre lo destinaran a la oficina de Caja de Ahorros de Ronda. Tras casi 30 años, mis padres y mi hermano regresaron a Setenil, mientras yo me quedé. ¿De dónde viene mi sentir Blanco? Pues supongo que, como la mayoría de setenileños, de la familia ¿verdad?. Niño, ¿tú que eres, Blanco o Negro? Oyes a tus padres, a tus familiares cercanos hablar acerca del Amarrao, de lo bonita que iba la Virgen… y al final, ya sabes, estás dentro y no te has dado cuenta.

La pasión por la Semana Santa nace espontáneamente, por eso no necesita explicación y es complicado convencer a alguien que no la entiende Conforme te vas haciendo mayor, esos sentimientos se van haciendo cada vez más tuyos y comienza de nuevo el ciclo con tus hijos.

Volver todos los años a Setenil en Semana Santa no es tan difícil de describir. Es una sensación de nervios, de ilusión por ver procesionar nuestras imágenes titulares, añoranza por disfrutar de estos días junto a la familia y amigos y sobre todo sentir los aromas, sonidos y colores de nuestra Semana Santa. Las túnicas, los capirotes, los cirios, los cinturones, aparecen por todos los rincones de  casa.

Este año, por desgracia, mi padre ya no estará con nosotros, por lo que será duro para mi familia, sobre todo, teniendo en cuenta lo que disfrutaba estos días teniendo a los suyos en casa. Un beso al cielo, Papá.

Siempre recordaré el primer día que me vestí de penitente llevando una de las trompetas. Son emociones tan intensas que te sorprenden en esa etapa de la vida donde todo está por llegar. Pero el culmen llega cuando pasas a los tronos. Empecé con la Virgen hasta cambiar al Amarrao. Esa sensación deja una huella imborrable en el cajón de tus recuerdos. ¡Qué cuadrilla!, mis grandes amigos Felipe Durán, Antonio Moreno y el que suscribe en el mismo varal. Qué momentos más bonitos que uno recuerda ya para siempre entre las páginas más felices de tu vida. Mi más sentido agradecimiento a la Junta de Gobierno de Nuestra Hermandad por todos los años que llevan trabajando duro para que las cosas salgan como han salido estos tiempos de atrás.


ÁLVARO CUETO JIMÉNEZ. MADRID.

Como miembro de la familia Blanca por España me complace compartir mis vivencias con vosotros. Mi nombre es Álvaro Cueto Jiménez, actualmente vivo en Madrid, ciudad en la que nací y me ha visto crecer, pero  una parte de mí siempre está en Setenil. Madrid y Setenil son lugares muy diferentes pero ambos ocupan un lugar especial en mi corazón. Toda mi familia es setenileña ya que mis cuatro abuelos y mi padre nacieron allí, pero por circunstancias de trabajo parte de mi familia materna tuvieron que emigrar,  pero esto no impidió seguir teniendo una fuerte vinculación con Setenil y  su Semana Santa. Mi vínculo con la Hermandad de la Santa Vera+Cruz  se remonta a la Semana Santa del 2004, que fue mi primera en Setenil, cuando tan solo tenía un año, según me cuentan mis padres. Al llegar al pueblo tenía preparado mi traje de penitente de los Blancos, que mi tita Carmela había Hecho con todo su cariño, creando un lazo con la Hermandad  para siempre, por tanto soy blanco gracias a mi familia materna y a mi prima Lina que fue la que cuando ya era más mayor me inscribió en la Hermandad, aunque no participo activamente en todas la procesiones siento la emoción y la fe a través de mis familiares y amigos. Lina, Teresa y Leandro son la demostración de la fe, la devoción y el esfuerzo e ilusión que ponen junto a todos los miembros de la Hermandad para que todo salga perfecto.

Volver a Setenil en Semana Santa con mi familia es un momento muy especial, ya que es más que un simple viaje, es un momento de reencuentros familiares, de preparar las túnicas y trajes de mantilla y sobre todo un momento para expresar nuestra fe en los titulares de la Hermandad. El aroma a incienso y el retumbar de los tambores por las calles del pueblo es algo que desde pequeño me ha gustado.

Entre mis recuerdos más entrañables están las carreras con mis primos por la casa de mi Tita Loli cuando sonaba una banda y todos queríamos coger sitio en el balcón, la primera vez que vi la procesión del silencio que me impactó profundamente, acompañar a la villa a las mujeres de la casa que se vestían de mantilla, ver a mi padre coger los tronos, las reuniones familiares debatiendo sobre las bandas, la belleza de los tronos, la dificultad que tienen los costaleros…Aunque estoy físicamente lejos durante el año estos recuerdos me hacen estar más cerca de Setenil y de la Hermandad. Un saludo desde Madrid y Vivan los Blancos.

MARÍA JESÚS MARÍN CAMBA. ISLAS CANARIAS.

Actualmente resido en las Islas Canarias, y el resto de mi familia directa entre Madrid y Barcelona. Mis padres tienen su segunda residencia en Setenil y, desde pequeños, siempre venimos en verano y en Semana Santa. Mi vinculación procede de la familia de mi padre. Es un privilegio volver a Setenil, dado que, si bien desde hace años ya no participamos directamente, sí que formó parte de nuestra infancia y juventud, nos vestíamos de penitentes, de niñas de los cuadros, de mantilla, de hecho, mis sobrinos también han llegado a participar y les encanta. La verdad es que mi familia siempre ha pertenecido a la Hermandad de Los Blancos.

Cómo disfrutábamos juntándonos en la iglesia todos a arreglar los pasos, con mi tita Cándida, que fue camarera de la Virgen de los Dolores, mis primos y amigos… Momentos inolvidables que recuerdo con mucho cariño. La emoción de las bandas de música por llegar, esa “rivalidad” que siempre hemos tenido entre blancos y negros y, después…. “todos tan amigos”. Llamaría la atención sobre la progresión de la Hermandad, cómo ha ido evolucionando y mejorando pero sin perder esa esencia tan familiar y de unión entre todos los hermanos, eso lo que más destacaría…

ANTONIO VARGAS PÉREZ. ZÚRICH

Actualmente resido en Zúrich (Suiza), pero mi corazón siempre está en Setenil, especialmente cuando llega la Semana Santa. Mi vínculo con la Hermandad viene de familia, de generación en generación. Fue mi padre quien me transmitió esta devoción, tal como él la recibió del suyo, y ahora yo tengo el orgullo de seguir inculcándola a mis hijas y nietos. Volver en Semana Santa es un sentimiento indescriptible. Es orgullo, es emoción, es la satisfacción de poder compartir con mis nietos esta tradición que ha sido parte de nuestra familia durante décadas. Ver cómo ellos empiezan a sentir esa misma devoción y amor por nuestra Semana Santa me llena de alegría, porque significa que este legado seguirá vivo en las futuras generaciones.

Son muchos los recuerdos, pero hay uno que siempre llevo conmigo: el brazo del Cristo que heredé de mi padre Juan Vargas Vilchez. Más que una herencia o legado, para mí es un símbolo de la fe y la devoción que nos une como familia y como Hermandad. Cada vez que lo miro, siento su presencia y el peso de esta hermosa tradición que nos conecta con nuestros antepasados.

La Semana Santa de Setenil, además de ser la celebración culminante de nuestra fe religiosa, forma parte de nuestra identidad, nuestra historia y nuestro sentir. Es un orgullo formar parte de esta Hermandad y poder transmitir a las nuevas generaciones el amor y el respeto por nuestras imágenes, nuestras procesiones y nuestra gente. Que esta tradición siga viva y que, año tras año, podamos reencontrarnos bajo el mismo sentimiento de fe y hermandad. El amor por nuestra Hermandad sigue creciendo con cada nueva generación.

FRANCISCO FERNÁNDEZ CUBILES. MARBELLA.

Actualmente mi familia y yo vivimos en Marbella, aunque es cierto que nosotros venimos a Setenil cada fin de semana. Mi vinculación con la Hermandad comienza desde muy pequeño, ya que en mi familia somos todos Blancos y es algo que nos llena de orgullo. Volver en familia a Setenil en Semana Santa es algo difícil de explicar, pero que todo aquel que vive fuera de nuestro maravilloso pueblo puede sentir sin necesidad de explicarlo. Es volver a nuestro hogar, donde nos ha visto crecer y sobre todo para la fiesta más especial en toda nuestra familia.

Es una semana que al principio se hace muy larga, pero es llegar a Setenil y sentir que estamos en el lugar adecuado. La devoción que se vive en Setenil durante la Semana Santa es algo que me ha marcado profundamente, y no importa lo lejos que estemos, ya que la conexión que sentimos con la Hermandad y con nuestro pueblo sigue siendo muy fuerte, y me llena de orgullo y emoción el haber transmitido esta devoción a mis hijos.

Recuerdo con mucho cariño e ilusión el momento de tener preparado todo lo necesario para el momento de la procesión cuando era pequeño. Cuando me preparaba en casa con mis hermanos y vivíamos ese momento con mucha emoción. Me gustaría también hacer mención a la pequeña tradición que sigue mi madre de regalar la mantilla a las mujeres de la casa, siendo una de ellas mi hija. Fue un día inolvidable ver a mi hija junto a sus primas Ana María, Lina y Ana, vestidas de mantilla, siguiendo esa devoción que hemos inculcado toda la familia. ¡Qué bonito ver que las tradiciones familiares siguen adelante! Me gustaría agradecer a todos y cada uno de los componentes de la Hermandad de los Blancos el gran esfuerzo que hacéis y por hacer posible que la Semana Santa de nuestro pueblo, Setenil, siga adelante. ¡Muchas gracias!

ISABEL MARÍA MARTÍN CORRAL. MADRID.

Actualmente vivo en Madrid y estoy unida a la hermandad desde que nací y desde pequeña me he sentido muy conectada al ver la fe y el sentimiento con la que se vivia la Semana Santa en mi familia. La Semana Santa es un momento realmente especial para mí, lleno de recuerdos que guardo con mucho cariño y experiencias que me han dejado una huella profunda en mi vida. Es una semana que me hace recordar, sentir y reforzar la fe que mi familia me ha transmitido y que ahora quiero transmitir yo a mis hijas y que sientan el cariño que tengo a mi hermandad y a mi pueblo. 

Hay tantas experiencias bonitas entrañables que no podría elegir una. Una de ellas fue la primera vez que me quedé para ayudar a arreglar los tronos, fue muy especial porque sentí que realmente estaba ayudando y haciendo algo valioso. Recuerdo con especial cariño las veces que ha acompañado nuestra Virgen de los Dolores vestida de mantilla. Pero yo creo que el momento más emotivo fue la primera vez que fui de penitencia en la Procesión del Silencio en donde realmente sentí lo que es la Semana Santa

Quiero agradecer a la Hermandad por darme la oportunidad de compartir con vosotros mi amor por la Semana Santa, mi hermandad y mi pueblo. Para mí una verdadera hermandad se define por ayudar apoyar y recordar a cada uno de sus miembros sin importar la distancia que les separe, esto demuestra el auténtico espíritu de la hermandad que nos une. Muchas gracias de corazón

El exorno floral de la Vera+Cruz de Setenil

SEBASTIÁN SÁNCHEZ GONZÁLEZ
Miembro de la Junta de Los Blancos
y profesor de Jardinería y Arte Floral

Hablar de Semana Santa es hablar de arte a todos los niveles. Desde los tejidos que se utilizan en los fajines de nazarenos hasta cualquier detalle dentro de un trono de Cristo o Virgen como flores de cera, bordados, orfebrería… son verdaderas obras de arte artesanal. Para Los Blancos, la liturgia marca claramente los colores que debemos utilizar en las flores, así como las composiciones según el día dentro de la Pasión de Cristo. Previo a Cuaresma, como vocal de altares (puesto que me cedió mi mentora, Josefina Villalón) presento mi propuesta al resto de miembros de la vocalía de altar junto a otras hermanas de la hermandad. En la discusión para la elección de las flores siempre tenemos en cuenta que, aunque las tendencias cambien, las composiciones o exornos florales deben estar ligados a nuestra hermandad.

Hay cofradías que tienden a mantener su estilo más clásico tanto en la forma como en la tipología de la flor y otras que juegan con la innovación. Hay casos de floristas que más que analizar a la imagen o a la propia hermandad, se atreven con combinaciones de tipo Trendi (uso de armonías triadas) o Contemporáneo (uso de armonías análogas frías), cuya innovación queda muy lejos de los estilos que deben acompañar a la imagen. Desde mi particular punto de vista, todo tiene que tener su base litúrgica y simbólica, por mucho que nosotros queramos dar rienda suelta a nuestra creatividad en las formas de las composiciones o en los elementos y colores que se utilicen. El exorno floral es un acompañamiento que engalana y resalta la imagen del Cristo o la Virgen, no debe ser el principal punto de atención. El color litúrgico es el morado, que simboliza penitencia y conversión, y el blanco simboliza la gloria de la resurrección.

Mercedes Cebada 2018 Jueves Santo Virgen de los Dolores en la albarrá de la Villa
Mercedes Cebada 2018 Jueves Santo Virgen de los Dolores en la albarrá de la Villa

Hasta mediados del s.XX no se utilizaban flores como tal, por orden del clero. Así que se optó por flores de talco, elaboradas con elementos como el bronce o la plata. Es en la segunda mitad de ese siglo cuando se empiezan a utilizar flores de los cultivares de los propios vecinos de la Villa de Setenil, lo que limitaba tanto la forma como la variedad de flores. Fueron las dos camareras de las imágenes marianas de la Hermandad, Josefina Villalón y Cándida Marín, junto con otras hermanas de menor edad, como Loli Cubiles, las impulsoras de la realización de estos exornos, ya no sólo con las flores de los vecinos, sino también con las que podían coger de los campos del pueblo. Es aquí donde comienza la tradición de incorporar alhelíes morados a la urna del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz. Flores que luego son repartidas entre las familias que lo solicitan para, con ello, salvaguardar la salud de las mismas. Hoy en día esta tradición continúa, una tradición que, según mi opinión, mantiene viva la fe y la devoción por esta imagen.

Con la llegada de la floricultura (flor criada en invernadero como flor cortada) llegan nuevas tendencias y variedades a la hora de exornar a nuestras imágenes. Aún guardo en mi retina mis primeros momentos cerca de Josefina, empapándome de todo lo que ella había aprendido en los diferentes cursos de Arte Floral: técnicas, tendencias, materiales…

Semana Santa 2022 Mario Garcia Vargas Viernes Santo Cristo Vera+Cruz alzado bajando la Cantarería
Semana Santa 2022 Mario Garcia Vargas Viernes Santo Cristo Vera+Cruz alzado bajando la Cantarería

La Forma y Color del Exorno Floral

El color por excelencia de la pasión es el morado, según la liturgia. Por ello, este color está presente en la gran mayoría de las composiciones que realizamos. El primer exorno que elaboramos son los que van para el altar de culto en el Triduo para nuestros titulares. Aquí, al igual que en otras Hermandades, los colores más utilizados son el morado y el rojo en variedades de flores como el clavel, el alhelí (Matiola sp.) y la rosa, ya que estos son los colores propios tanto de la pasión como la muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

A la hora de hacer estas composiciones utilizamos la técnica del fanal (comúnmente conocida como piña) o en forma cónica. El porqué de ello tiene su base en una de nuestras señas de identidad, creemos que es un acto solemne y este formato de disposición de la flor es lo suficientemente sobrio para este momento de recogimiento. Otra de nuestras señas es acompañar siempre a los pies del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz una composición de rosas rojas, en ocasiones acompañadas con espino (Erygium sp.) recordando a la sangre derramada por nosotros y las espinas como símbolo del pecado del hombre.

Detalle del Cristo de la Santa Vera+Cruz en la Iglesia de la Encarnación en 2024. Foto: MARI DOMÍNGUEZ.
Detalle del Cristo de la Santa Vera+Cruz en la Iglesia de la Encarnación en 2024. Foto: MARI DOMÍNGUEZ.
David Garcia. Rosas del Amarrao

Llegado el momento de Semana Santa, se produce el frenesí de recepción y montaje de los diferentes exornos según cada momento de la Pasión, Muerte y Resurrección. He de recordar que ninguna de las personas que estamos encargadas en ello somos floristas profesionales, somos autodidactas, y aunque yo por mi profesión he tenido de indagar más en esta temática y haber recibido información complementaria, a través  de nuestra experiencia creo que realizamos composiciones dignas para nuestras imágenes.

Como decía, el Martes Santo llega el momento de recepcionar el material. Preparamos cubetas con agua, recortamos tallos, separamos cada material según el día en el que se va a usar. El Miércoles Santo, todo preparado para realizar las primeras composiciones, aquellas que lucirán el Señor Amarrado a la Columna y Nuestra Virgen de los Dolores. Anteriormente, el Señor Amarrado a la Columna siempre iba acompañado de una alfombra de claveles rojos y centro de rosas del mismo color, simbolismo de su sangre derramada y pasión sufrida, actualmente la tendencia va cambiando, sin perder esa esencia litúrgica, que para nosotros es muy importante.

Para ello, estudiamos al detalle los Pasos de Misterio sevillanos donde la disposición de las flores se encuentra en el perímetro del trono, dando lugar a que se engrandezca las diferentes imágenes del Misterio. Por otro lado, Nuestra Señora de los Dolores tiende a ser engalanada con flores de estilo romántico (flores en color pastel) y usando la técnica Hogarth, técnica que se basa en las pinturas del barroco, donde cada flor está dispuesta con movimiento para que se pueda apreciar su belleza.

Madrugada de Viernes Santo, madrugada de arduo trabajo donde la ejecución de las composiciones debe estar muy claras porque el tiempo apremia para dejarlo todo preparado cuando se anuncie el alba. En este momento entramos en el período de Semana Santa de mayor solemnidad, el Santísimo Cristo de la Vera+Cruz sale en el Santo Sepulcro, la muerte y la esperanza de la resurrección deben estar representadas en las composiciones que lo acompañan. Para ello se elige la flor de iris donde cada color tiene una connotación: morado de muerte, amarillo de esperanza y blanco de resurrección. Al ser un trono de urna y cada esquina un hachón, no podemos utilizar composiciones de flores que “ahoguen” a la imagen. Por este motivo, de manera normal utilizamos alfombras uniflor o alfombra con centro bajo en cabecera y pies de la urna. Nuestra Señora de los Dolores, que llora la muerte de su hijo, llora la pureza de su alma: flores blancas con un estilo más sobrio tipo fanal o cónico acompañan a la imagen.

La Pasión y Muerte acaba con la Resurrección. El Sábado Santo se desmontan las imágenes, palio y candelería para dar paso a Cristo Resucitado para el que se utiliza una alfombra de clavel rojo acompañado con flores blancas que sobresalen del conjunto, dejando entrever que la luz ha vencido a la muerte. Nuestra Virgen del Rosario, gozosa por lo acontecido, es acompañada por exornos florales de colores vivos en composiciones donde la flor va dispuesta con la técnica Hogarth. En este caso, la azucena, flor propiamente mariana, según la biblia, es el elemento predominante. Es en este momento donde la Hermandad tiende a utilizar técnicas florales en las que la subjetividad del florista es más libre y juega con las tendencias actuales.


La Virgen del Rosario. Foto. MARIO GARCÍA VARGAS.

En la actualidad la tendencia en los exornos florales es la naturalización de las composiciones, como ocurre en los montes de Crucificados, pero existen criterios y técnicas base en las composiciones florales que se llevan a cabo en la mayoría de arreglos florales que se quieren realizar, independientemente del tipo de flor que se maneja. Estos son el apoyo de las técnicas de composición propiamente dichas, las cuáles se pueden usar a conveniencia, según las necesidades que tengan a la hora de elaborar las composiciones, optando y decidiendo en cada caso cual es la más adecuada, teniendo en cuenta el tipo de composición que es, su finalidad, y, sobre todo, su durabilidad. El manejo de la técnica del color es fundamental para elaborar cualquier tipo de composición floral, ya que nos ayudará a conseguir diferentes objetivos: armonía, contraste, atracción, permitiéndonos identificar las emociones que queremos transmitir.

La Flor y su Significado dentro de la Semana Santa

Cuando nos referimos al significado de la flor también lo haremos en función de su color.

  • Lilium o Azucena de color blanco, se asocian con la pureza y la espiritualidad. Dentro de la Biblia es la flor asignada a María
  • Fresia. Símbolo de inocencia y reflexión.
  • Orquídeas, símbolo de belleza
  • Rosa, admiración, respeto, cariño y pureza
  • Iris morado. Esta flor es muy interesante pues debido a la presencia de los tres colores que lo componen encontramos el morado propio de la muerte, su centro blanco símbolo del alma de Jesús y el amarillo del centro es la luz de la resurrección.
  • Clavel, amor sincero, símbolo de pureza y paz.

Fuentes:

Los Blancos restauran el Resucitado, el sayón y el romano del misterio del Amarrao

Publicado en la Revista Vera+Cruz de 2025

La Vera+Cruz de Setenil prosigue con su continuada labor de cuidado, conservación y restauración del patrimonio de la hermandad. Este año se ha culminado en el taller de David Becerra una intervención para consolidar la base de las imágenes y recuperar la pigmentación del Señor Resucitado, el sayón y el romano que conforman el misterio del Amarrao, que se estrenarán en las procesiones del Jueves y el Domingo de la Semana Santa de 2025.

El Resucitado solventa así la inestablidad de su base y algunas lagunas pictóricas en su piel. La actual talla del Señor Resucitado fue comprada por Miguel Domínguez, más conocido como «Miguelito», gran devoto de esta imagen y muy involucrado con la celebración del Domingo de Resurrección. El icono cristífero, de formato académico (1,20 m aprox), es una talla seriada de pasta de madera realizada en los talleres de «Arte Cristiano» de Olot (Gerona), siendo adquirida a finales de los años 40. En el aspecto iconográfico, presenta a Cristo mirando al cielo, vestido con túnica, con el tradicional estandarte en su mano izquierda, mientras bendice al pueblo con su mano derecha. En torno a 1955, la imagen fue restaurada por un pintor de Baena Vicente Piernagorda, quien vivió en Setenil y se casó con la setenileña Josefa Aguilera. Fue de nuevo restaurado por el escultor malagueño Rafael Ruíz Liébana en la década de los 80. Por último, en 2007 fue de nuevo intervenido, en esta ocasión. En esta ocasión por el mismo David Becerra.

El Señor Resucitado procesiona el Domingo. En esta imagen, por la calle Cantarería, con la fortaleza de Setenil de fondo. Foto: MARIO GARCÍA VARGAS.

Y tras la restauración en 2022 del Amarrao en el taller de Juan Manuel Miñarro , este año se ha procedido a la recuperación del sayón y el romano que conforman el mismo paso de misterio, que procesionará este Jueves Santo con el trono ya completamente renovado en los últimos años.

Paca Domínguez: “Cuando pasa por mi puerta le digo: Dios mío que te vea el año que viene”

CARMEN GONZÁLEZ GUERRERO
Publicada en la Revista Vera+Cruz 2025

Paca Domínguez nació en La Ventosilla en 1943. Mujer de Sebastián “Harina” y madre de cuatro hijos. Durante toda su vida ha acompañado a la Virgen de los Dolores cada Viernes Santo, siendo una de las mantillas más fieles de Los Blancos.

Abuela, ¿cuál es tu vínculo con la Hermandad de la Santa Vera Cruz?
Yo soy blanca desde que nací en la Ventosilla. Tanto mis padres como todos mis hermanos eran blancos, menos mi Cristóbal que, no sé por qué, era negro. También, como mi madre sacaba los mandados de la casa de Domínguez, pues te inclinaba más para los Blancos y todos fuimos blancos: mi hermano Alonso, Enrique, Rafael… Todos.

¿Cómo eran antes las procesiones de entonces? ¿Qué recuerdas?
Antes no nos vestíamos con la ropa blanca, como ahora; solo paseábamos para arriba y para abajo y esperábamos la procesión en la Plaza. Recuerdo que los tronos eran más corrientes, no con el lujo que hay ahora. No había tantos enseres. Pero las procesiones eran más bonitas, más a lo antiguo, más recogidas.

Cuando te casaste, ¿continuaste siendo igual de blanca?
Claro. Cuando me casé y me vine a la calle Alta con el abuelo Sebastián, como también era blanco, empecé a involucrarme más. Le saqué la ropa a la tita Tere y Paquita; y ya más adelante, como la ropa de la hermandad estaba muy vieja, se la hice a tu padre (Antonio). Eso fue cuando se la hicieron unos cuantos como José Antonio el de Josefina, y aproveché, pero como era tan alto le tuvo que sacar un añadido por debajo.

Tu actual casa era la casa de Domínguez, antiguo Hermano Mayor de Los Blancos…
Sí, aquí antes se guardaba la ropa de la Hermandad, como la de los romanos cuando se vestían el Domingo de Ramos con la Borriquita. También nos dejó un Amarrao pequeño que lleva en la casa toda la vida, le tenemos mucho cariño. Además, la casa tiene una habitación que todavía le decimos “la habitación de Domínguez” porque era donde el dormía.

¿Cómo eran tus días de Semana Santa?
Venía toda mi familia de Ronda, de Santander, mis hermanos… la casa siempre llena. Y a tu abuelo le encantaba tener las puertas abiertas y las luces encendidas e invitar a todo el que pasara. Recuerdo que los primos de fuera, que no estaban tan relacionados con la hermandad, siempre querían vestirse porque nos veían a nosotros. Todos nos íbamos a la procesión y la casa llena de gente de fuera.

¿Qué recuerdos tienes de esos momentos?
Muy bonitos. Era un orgullo porque todo el que pasaba, entraba. La puerta de “Bastián Harina” siempre estaba abierta. Aunque a mi me gustaría que me dijeran “Yamboy” como a mi padre le decían.

¿Cómo era la Procesión de El Silencio?
Cuando era una niña, me esperaba en la Ventosilla y me asomaba a una ventanita que tenía mi madre en la habitación, porque antes no dejaban a las mujeres que la vieran, solo podían ir de penitencia, que iban menos que ahora, pero con mucho más respeto. No había niños, ni gente por las esquinas. Ya una vez casada, dejaba a los niños acostados y me asomaba, pero a San Sebastián nunca he subido.

El abuelo Sebastián llevaba el Cristo de la Vera Cruz en la Procesión de El Silencio, ¿no?
Sí, porque antes lo llevaba su padre, Antonio. Y ahora lo lleva el tuyo. A mi me gustaba subir a la Iglesia para verlo de meter el Cristo de rodillas, aunque no se ve nada, pero se escucha y pone los vellos de punta. Recuerdo que el abuelo trajo al Cristo de la Vera Cruz en la furgoneta de una restauración, le gustaba mucho. Ya cuando empezó a ser tu padre más mayor, yo le decía “¿el Antonio lo ha cogido?” y ya él me decía “sí lo ha cogido un par de veces…”.

Este amor que le tienes a la Hermandad, ¿se ha inculcado de generación en generación?
Claro. Cuando llegaba el Jueves o Viernes Santo todos se arreglaban aquí. “Ya está en la Plaza la banda” … y todos corriendo para verla. Mis hijas todas se han vestido de cuadritos y de mantilla. Tere y Paquita se tiraban toda la noche poniendo claveles y tu padre, ya ves, solo quiere blancos y su trono. También Miguel Ángel y Sebastián se han vestido siempre y tienen su ropa aquí. Diez nietos que tengo, diez blancos. Orgullosa desde el más chico al más grande.

Estando siempre en la tienda, ¿cómo compaginabas el trabajo?
Había mucho trabajo. La tienda se abría hasta el mismo Jueves Santo y se vendía mucho porque por aquí vivía mucha gente. Cuando mi Tere fue más grande, se quedaba en la tienda y yo preparaba para los días grandes o también por la noche cuando estaban todos acostados. Mucho limpiar y cocinar para que estuviera todo arregladito.

¿Qué se hacía de comer?
Antes se hacía potaje, guiso de bacalao, ensaladilla, natillas, arroz con leche… Yo hacía una fuente “como un demonio” que tenías bacalao para más de una semana.

¿Cuándo empezaste a vestirte de mantilla?
Cuando me casé. Me he vestido muchísimos años. Me gustaba mucho, a mi todo ese jaleo de Semana Santa, de procesión, mantilla, siempre me ha gustado. Me ponía el vestido, la peina y me iba.

¿Qué anécdota me puedes contar estando de mantilla?
Un año que mi hermano Frasquito se tiró toda la procesión detrás de mí diciéndome piropos y ¡qué vergüenza! Recuerdo que me tenía que esconder porque cada vez que me vía me decía “Ay mi Paca la mantilla más guapa”. Era muy cariñoso.

¿Recuerdas las mujeres con las que te vestías?
Íbamos muchísimas: la hermana de Filo, Maruja; la de Pedro que vivía en la calle Vilchez; la tita Paca; Carmelita Domínguez; Josefina Villalón; las de Corral; alguna de mi familia de Ronda que yo calentaba para que se vistiera… La peina me la ponía mi vecina Elena, que también me la puso cuando fui madrina. Pero sí, me gustaba mucho. Ahora porque no puedo con las piernas, si no me vestía.

¿Qué recuerdas de la rivalidad entre blancos y negros?
Siempre había “follines”, pero yo en cuanto escuchaba algo le decía a tu abuelo que no se metiera en nada. Y después el Domingo de Resurrección, todos juntos en el Bar de “Guayeja” o en Palmero, blancos y negros. Siempre ha venido muy buena música, siempre en secreto. El abuelo en cuanto escuchaba los tambores… corriendo para la Plaza, porque no se sabía nada hasta que no llegaba.

¿A qué imagen la tienes mayor devoción?
A mi me gusta mucho la Virgen de los Dolores, pero el Santo Entierro en la urna… Le he pedido mucho. Yo siempre le digo cuando pasa por aquí “ay Dios mío de mi alma que te vea el año que viene otra vez”.

¿Cómo crees que están trabajando las juntas actuales?
Muy bien. Tanto Sebastián Luque con todo el tiempo que ha estado, como Isabel María, que está muy bien que sea una mujer, es la única.

¿Le ves futuro a la Hermandad?
Yo creo que sí. Ahora hay mucha juventud. Mira, por ejemplo, en el ensayo del trono con Canal Sur, cuántos niños de verde y qué bonito estaba el trono hasta sin nada encima.

¿Estás orgullosa de ser blanca?
Yo sí, mucho. Además, tengo una estación a mi nombre que es la 11. Yo siempre voy a ser blanca y más, por el abuelo.

En primer lugar, me gustaría agradecer a la Hermandad por permitirme realizar esta entrevista, una de las más especiales para mi. Y como no, a ti abuela. Gracias por mostrarme tus sentimientos y permitir que queden reflejados para la posteridad, siendo parte de la historia de Los Blancos. Te quiero.

Alonso Zamudio Villalón, Pregonero de 2024

Setenil de las Bodegas 16 de Marzo de 2024

Voy corriendo hacia la villa
Ya se termina el día
Voy a abrir el portón
Para que salga la Cofradía.
Ya sale la Cruz de Guía
Viene con sus faroles
Y estoy loco por ver
La llama de sus crisoles
La junta va contigo, al frente tu hermana mayor
Van siguiendo tus pasos en este trance de dolor,
Monaguillos, nazarenos por las calles
Capas y capirotes al compás de los tambores
El trajín de los portadores
Los hombres para acompañar el paso
Las mujeres en los balcones
Los manojos de claveles
El reventón en sus colores
La muerte en cada desplante
Refugiándose en los rincones
Rosarios tambaleantes
Que brillan el decorado
Que publican los dolores
De la Pasión y el aguante
De un Cristo que en estertores
Da lo eterno en un instante
Muriendo entre cuatro hachones


Reverendo Sr. Cura Párroco de Nuestra Señora de la Encarnación, DonArturo Fabero Becerra,
Excmo. Sr. Alcalde y Corporación Municipal de este Ayuntamiento. Autoridades civiles y militares.
Ilustrñisima Hermana Mayor y Junta de Gobierno de la Sacramental y Franciscana Hermandad de la Santa Vera+Cruz. Ilustrísimo Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestro
Padre Jesús de Setenil. Ilustrísimo Hermanos Mayores de las Hermandades de Gloria de nuestra
localidad. Hermanos y cofrades de las Hermandes de Pasión de los pueblos vecinos. A los antiguos pregonero que han subido antes que yo a esta tribuna. Familiares y amigos y a los que han venido de fuera.

Permitirme unas palabras de recuerdo y cariño a la memoria de mi Padre, Él me inculcó estos valores de ser tan blanco y apretado como él lo era. Era un gran hombre con una sencillez memorable; lo recuerdo siempre con su Virgen del Rosario el Domingo de Resurrección.

A mi madre que me ha apoyado tanto e incluso me ha regañado: ¡Alonso, que se te echa el tiempo encima¡ La verdad le estoy eternamente agradecido por todo lo que ha hecho en mi vida por mí.
Gracias Mama. A mi querida esposa, que está siempre a mi lado, preocupada por todo
lo que me acontece. Y a mis hijos, herederos de mi mejor patrimonio como blanco.

Quisiera dar las gracias a los hermanos de mi Hermandad por haberme elegido como Pregonero de Nuestra Semana de Pasión 2024. Gracias Sebastián y José por llamarme aquella tarde y animarme e impulsarme para que esto fuera una realidad.

A mi querida Isabel Durán, como pregonera infantil por tener tanta ilusión y fervor por regalar este Pregón a tu Hermandad y a su pueblo. Enhorabuena por tu gran esfuerzo. A ti Ana María, gracias por presentarme, te tengo admiración por tu bello pregón con el que nos deleitaste el año pasado.
A nuestro Hermano Mayor saliente, Don Sebastián Luque, mi cariño y agradecimiento por estar tantos años al frente de nuestra Hermandad con Amor y dedicación. Cristianos, cofrades y vecinos sean todos bienvenidos.

Voy a pregonar lo que eres,
El Cristo que nos salva,
La luz y la esperanza
Óyeme mi Señor
Dame fuerza y compasión
Pon tus palabras en mis labios
Tus eres sabio entre los sabios
Escríbeme este pregón
Yo hablo de tú Amor
De la Cruz y la Vida plena
No sé si la voz me suena
Ayúdame Tú, Señor.
Se mi amparo y mi consuelo
Cristo de la Vera Cruz
Y si me ves caer levántame con tu luz.

Yo aprendí a caminar como me ensañaron mis padres desde chico, que Tú guiarías mis pasos, me tendrías en tus manos. Tú mirada tierna y dulce son mi mayor anhelo. Mis primeros inicios en esta tradición cristiana me la inculcaron mis padres, eran muy blancos, vivíamos en una casa en que se respiraba el ambiente cofrade casi todo el año. Gracias a ellos que me enseñaron los valores
divinos y humanos y a querer a esta Gran Hermandad, amando a los demás porque en ello esta lo que Cristo nos dice, “Amaras a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo” Así es como se ve que somos verdaderos cristianos, aunque siempre esos valores que me enseñaron los llevo dentro de mí.

En mis inicios de niño veía como se multiplicaban las horas de trabajo en la hermandad, recuerdo a los niños y mayores pinchando claveles en los alambres en la antigua casa del teléfono, arriba. En los arreglos de trono en la Iglesia, nos quedábamos toda la noche con las niñas de Corral y de Pepe el de Reyes y demás amigas, recuerdo cómo tomábamos chocolate y magdalena de madrugada, en las bancas de la Iglesia.

Nos encantaba de escaparnos a la sacristía a probar las hostias (sin consagrar por supuesto) y el vino del cura. Mi madre siempre fue mi estandarte en la Hermandad, ella me decía y dice: “Tú te tienes que vestir de penitente hasta que te mueras” siempre se ha encargado de mí y de mis cosas. La primera vez que me vestí tan solo tenía 9 meses y tengo ahora más de 50 y sigo sin haber faltado nunca. Las madres son las mejores maestras de la faz de la tierra porque son las únicas que de verdad enseñan con el ejemplo; sufriendo, llorando detrás de la puerta, moviendo Roma con Santiago, las madres son un milagro. Una madre nunca se hace mayor en la mirada de su hijo.

Me gustaría tener especial recuerdo, en estos momentos, a los costaleros que, con tanto esfuerzo y devoción, se unifican para llevar a nuestros titulares, Tus pasos en la tierra, llevándote a hombros para sacarte por las calles blancas y empinadas de Setenil, personas tan importantes en nuestro cortejo procesional. Costaleros, capataces gracias por estar ahí en las salidas procesionales de nuestros Santos Titulares.

Unas palabras de agradecimiento, con mucho cariño, a esas mujeres y jóvenes de esta hermandad que entre todas contribuyen al adorno floral y limpieza de pasos e imágenes, así como a los que se prestan para montar y desmontar los tronos que tienen un trabajo laborioso y delicado.

Traslado Miércoles Santo
Comenzamos el Miércoles Santo, cuando te trasladamos a tu ermita para bajar en el Silencio (antiguamente era un traslado íntimo entre 5 o 6 personas de la hermandad), hoy en día casi es una procesión, en la que de forma respetuosa, silenciosa, sigilosa te acompañan un gran
número de personas, niños, jóvenes, hombres, mujeres, empezando a revivir la Pasión, tu dolor y sufrimiento.

Que magnificencia poder estar a tú lado para poder conversar contigo en ese silencio sepulcral que se hace palpable cada noche del Miércoles Santo, cuando te llevamos a tú ermita, donde cada año y ya son 473, tenemos el privilegio de estar a Tú lado y de donde nadie quiere retirarse. Todos queremos estar contigo, en Tú ermita de San Sebastián, nos parece que estando a tu lado, rezando, pidiéndote algo muy especial o dándote gracias por un favor recibido, vamos a aliviar Tú pena y tu dolor.

Esta noche me gustaría pedirte algo: Tengo dentro dos asedios, Cristo de toda certeza, que asiente con la cabeza y siempre ofrece remedios. Te dejo lo que más quiero, aquí va mi testamento y Tú has de ser notario detrás del confesionario de mi último momento. Cuando la muerte me llame ante Ti me desvalijo. Señor te doy a mis dos hijos, no conozco mejor Padre al hablarle mientras muero, que siempre a Ti te quieran y que sigan en tus andares.

Jueves Santo
Como Rey mi Amarrado, por las calles de este bonito pueblo, tan humilde, tan callao, sin abrir la boca tan siquiera, golpeándote a bofetadas, burlándose, riéndose y Tú Señor llorando estas por dentro como lo hago yo en los rincones sin que sepa nadie lo que llevo dentro. Y está echada la suerte, su condena está escrita con sangre de su alma, la pasión por cada esquina. Que grandioso Cristo Mio en este pueblo te quisiste quedar!!!! Cuantas gracias te tengo que dar y voy eludiendo tú mirada.

Voy detrás de ti. Contándote las llagas que te hicieron en el pretil. Sólo sales de la villa como un gran coloso, con dos soldados al frente castigándote a latigazos en tus carnes tan ardientes. Sólo entre la gente, en sus manos soberanas atados en la columna y su cuerpo lleno de llagas. Que solo te encuentras Amarrado poniendo tu valor a prueba con tu llanto intempestivo sin acercarnos siquiera.

Sin nadie en tu paso ¿Dónde estamos los cobardes? Que hacemos tantos alardes que mientras te están azotando no movemos un solo dedo para poder pegarle. Ya viene el Señor, el de la corona de espina, mi Amarrado en sus azotes rompiéndole las costillas.

Empezamos el recorrido, Villa, Ayuntamiento, Cádiz, Alta, Cantarería al lado de sus rocas para protegerlo en sus mecías. Calle Ronda, pecho de la Plaza, arriba con Él que no decaiga la fuerza
lo que lleváis en los hombros no es cualquier cosa, es Dios que se hizo hombre para pasar este calvario que da su vida por nosotros desangrándose en los charcos y llegada hasta la plaza que esta San Pedro negando, lo mismo que nosotros le negamos en cada tramo.

¿Ha pasado el estandarte? El Sacramental viene anunciando que ya se acerca el trono con las bocinas tocando y los ciriales en alto, el eco de la banda y el humo del incensario. De dos en dos va la fila y cuando el Palermo mande se quedará su casa desierta y almagre. ¡Te he conocido por tus andares! ¿Tienes sed, quieres comida, te lleva el cirio tu padre, te esta apretando
la hebilla? Tus ojos son dos ojales abrochando tus pupilas. ¡Que penitencia
tan grande para mirada tan chica en la infancia de mi sangre!

Sayones de este pueblo
No pegarle así a mi Padre
Que es un pobre hombre que no se mete con nadie.
Eres dulce latigazo
Imparable ventolera
Eres el oro del sayo que se duerme en tus caderas
Por delante eres un rallo
Que por detrás de ti truena
Por eso este humilde hermano
Te exclama aquí en su demencia.

Le acompaña en su dolor la Madre de todos nosotros, la Virgen guapa
que un día talló nuestro querido Don Luis Álvarez Duarte.
Madre Dolorosa te acompañamos a Ti con lágrimas de dolores, siete
puñales te abrieron en tu lindo corazón.
Tan humilde, tan sencilla sufriendo. Eres la más bella flor que adornas mi
jardín, azucena, lirio, clavel y jazmín.
La rosa más hermosa Virgen de todas las dolorosas.
Eres la flor de los almendros, preciosa como el cerezo que anuncian la
pasión y acompañan tu silencio.
¿Es posible Madre que tantas plantas hermosas te acompañen en tu
versalio para poner tan bonito ese lindo palio?
Eres la que mandas en mí,
ampárame bajo tu manto
Madre de todos los Santos
Tú eres mi sin vivir.
Eres mi letal veneno
la que me quita la vida
y la que me da el consuelo
y yo en mi cobarde huida siempre soy tu nazareno.
Eres la Reina de la Villa
porque todo en Ti es alteza,
lo tuyo es una maravilla
¡Quien creó en Ti tanta belleza ¡
Cuando traspasas el arco y pasa tan despacio la Madre por
nuestra vera y van sus flores vibrando como tiemblan nuestras piernas y
es uno más tras tu estela caminado cabizbajo, perdone mi irreverencia.
Eres la llave maestra con la que la Reina Isabel abrió el postigo de tu
Iglesia, la dolorosa más guapa que hay encima de la tierra.

Silencio…….
Déjenme irme con una protestación de fe hacia la ermita de San
Sebastián, allí empieza nuestra Madrugada, esa procesión que deja al
pueblo y a las personas por un tiempo sin aliento.
Yo empecé hace muchos años con mi querido Rafael Corral, al que le
estoy eternamente agradecido el poder haber ido con él tantos años
cantando. Él me iba dejando que participara cada vez más en el cortejo
e incluso cuando él se paraba me miraba o buscaba para que yo
siguiera con la voz cantando. Así fue y hoy por hoy gracias a él me
encomiendo a recitar este Miserere con tanta tradición y arraigo, junto
con el grupo de hermanos como el Troya, Sebastián, Juan Luque y
muchos más.
(Primera estrofa del canto del miserere)

Es la única procesión que nos pone firme de verdad a todos los que
vamos, ya seamos más participativos o más lejanos. En ella participa todo
el pueblo la cuestión es hacer nuestra estación de penitencia con
Nuestro Cristo hasta la Iglesia Mayor en silencio.
Silencio al pueblo, silencio a los jóvenes y a todos
Señor del Silencio cuantas veces hemos recurrido a ti para pedirte por
alguien o por algo, o para darte gracias o pedirte perdón.
En el estrellado del cielo de una noche iluminada
La luna llora por ver a Cristo en la Madrugada.

Silencio
Silencio que ya viene saliendo este Cristo de la Vera Cruz,
Amortajado en su lecho.
Sus sábanas blancas con crespones negros
La cera derritiéndose con lágrimas de Amor
Sólo la luna te alumbra en tu tremendo dolor
Cristo de mi corazón
Van rezando el rosario como cuentas de sarmientos
Este Señor ya viene muerto
Por todos los pecados que en el mundo cometemos.
Préstame Dios tu madero
Que voy a seguir tus pasos
Perdóname mi fracaso
Que voy a tu matadero
El zigzag de la serpiente esquivando tus espinas
Es la ruta de tus ruinas
El Silencio en el ambiente
Es un alarido hiriente que otorga la redención
Y todos por compasión
Queremos ser tus portadores.
Y yo que nunca fui nada
Que desprecie tu potencia
Lloro ahora en mi conciencia
Rogándote una mirada


Viernes Santo
El Viernes Santo hay en la plazoleta un revuelo de mantillas, militares
y penitentes que van a salir con su Cristo Yacente por las calles de Setenil.
Ese Cristo tan antiguo de talla desconocida que en su urna va metido y
de la guerra se salvaría.
Mi Cristo yacente metido en ese sepulcro me enseña a caminar, libre
para creer sin complejos, libre para ser cristiano y exhibir nuestra
condición, sin temor del que dirán, libre para defender mi fe, ser hijo de
Dios y cautivo de su Amor.

¿Quién te pide a ti perdón con todo lo que perdonas? Él nunca nos
abandona después de tanta traición, voy detrás de mi sombra y delante
mis pensamientos. He pedido a mi Dios, inundado en pecado que me
perdone, mil veces perdón. Poder transmitirlo a mi familia y a todos
refugiándome en vosotros y apoyándome en esta noche que me
encomiendo a hablar en este pregón.
Quién pudiera estar en un balcón
Para mirarte a Ti a la cara
Y verte en tu almohada
En ese digno ambón.
Y yo mi vida te entrego
El alma y el corazón
Y quisiera convertirme
En tu urna de dolor.
No cabe amor más grande ni más fuerte
Ni mayor resplandor de resplandores
Que esta luz que nos da tu Cuerpo Inerte
Acompañada de tu Virgen de los Dolores
La Sangre derramada de tus venas
En efluvios de amor, aunque distantes
Lava nuestra maldad siempre constante
Así como hace el mar con las arenas.
Que las campanas de cielo
Al ver tus ojos entreabiertos
Se niegan a redoblar

Porque no quieren verte muerto
Y los labios de tu boca
Me huelen a caramelo
Y el perfume de tu cuerpo
A tagarnina y romero.

Eres mi pueblo y mi cuna
Hijo de Setenil, pero eres mi libertad
Un cimiento de adoquín
Eres mi sol y mi luna
Mi mentira y mi verdad
Eres mi cielo y mi tierra
Mi tormenta y resplandor
El rocío de mi aurora
De los olivares sus frutos
Blanca flor de mi semilla
Tierra amarga y agorera
Que da voz a mi ronquera
Para llamar la atención
Que a ti todos te quieran.
Tú mi dueño y yo tu esclavo
Tú eres el aire que respiro
Tú silencio yo oración
Tú eres clavo y yo el martillo
Tú eres mi esperanza y yo mi desdén
Tú mi sangre y yo tú piel
Tú mi amor posesivo del que siempre soy cautivo
Donde ayer siempre es ahora que ante tus versos se humilla
Este pobre nazareno que ante Ti se arrodilla.

Viernes dolor y muerte
De luto negro manto
Y en sus mejillas el llanto
Por el hijo que va inerte.
Mucha la pena que lleva
Al hijo muerte le dieron
Y en sudario de seda
Cubierto el cuerpo metieron.
De emoción suspira el cielo
Al contemplar el donaire
Del palio que mueve el aire
Acariciado tu pelo.
Y hasta la música llora
Cuando sales Tú, Señora
A hombros de costaleros.
Que, aunque tus mejillas sean
Por la pena flor marchita
No te igualaran las flores
Aunque sean muy bonitas
Con sus mejores colores
Y siempre serán bonitas
¡Mi Virgen de los Dolores ¡.
Tus lagrimas son mis lagrimas
Como la cera en tu paso
Que chorrean a borbotones
En los candelabros de Tú palio.

Germina la rosa blanca
Que duerme siempre a tus pies

Yo soy tú labrador para podértela ofrecer.
En un sepulcro de piedra
Tu pecho Madre guarda
Mas del cielo las estrellas
A tu corona tan bella,
Bajaron como esmeraldas
Y sobre ti se posaron
Y tus sienes coronaron
¡Señora para adornarla ¡

Acompañándote en Tú dolor y sufrimiento van esas mantillas guapas,
siempre de la mano de su Virgen que, aunque haga mal tiempo en la
villa ahí están ellas.

Domingo de Resurrección
Cristo vence a su destino, Él resucita y yo muero, cuando sale de la Iglesia
con su mata de romero.
Estas palabras quiero y deseo que lleguen a vuestras almas, este es el
titular: “Cristo Vive y nos Ama” Vive porque Resucita y se desprende la
muerte.
Ya ha pasado ese dolor, este trance de amargura, la Pasión, la Cruz, los
Dolores, el Sufrimiento, el Triunfo de Jesús sobre la muerte, penitencia y
gloria, alegría y amor, vida y resurrección, hondura en la fe, autenticidad
de sentimientos, la más grande fiesta la Semana Santa de mi pueblo.
El domingo, aunque no lo creamos, es un día grande en nuestra
Hermandad, ya que es día de alegría, de baile y de convivencia entre
nosotros mismos. Penitentes a cara descubierta, colorido en todo su
exorno, azul del cielo y sol pletórico.
El pueblo resplandece de luz porque todo brilla con el día, el verde en sus
tajos, la cal salpicada en las sombras de las paredes.

Recuerdo siendo niño el recorrido tan largo que hacíamos por la
carretera y Cuevas del sol ¡Que procesión tan larga ¡pero terminábamos
bailando en la plaza.
Déjeme paso por favor, que estoy en un sinvivir, quiero ver del que en un
establo nació porque lo quiso parir una Virgen del Rosario que se
encuentra en Setenil. Esta Virgen del Rosario te acompaña en tu alegría
y os baila en la plaza hasta que acaba el día.
Si aquí estuviera mi padre ¡Como te bailaría ¡porque Tú eres lo que más
quería. No hacía falta que mama te dijera que necesitaba: un manto,
una saya o un rosario, siempre estabas dispuesto para comprarle lo que
pedía.
Papa, desde las ventanas del cielo estarás con toda la familia, son
muchos los que faltan: abuelos, tíos, tías y todos los hermanos de esta
hermandad y estaréis jubilosos por verme esta noche en este atril
pregonando a nuestra Semana Santa que, aunque no sea un buen
escritor me sale del corazón.
No soy muy expresivo como tampoco tú lo eras, pero lo que sentimos lo
llevamos en el alma hasta morir.
Eres la Virgen más antigua, la que se recuperó de aquella guerra, con tú
Niño aquí en la mano, que tu hermosura renueva cada año en un
romance, la mujer que más gobierna la del adorno engarzado, que se
engalla en su silueta, la que sale cada domingo con su sonrisa abierta,
eres la más bonita de todas las primaveras.
Madre Mia me voy tras de ti
Mis alas y mi sostén
Mi cirio y mi bandera
Mi cruz y lo que quieras
Mi principio y mi fin
Mi calvario y mi calavera
Y ante Ti cuando Dios quiera mis dos palabras postreras serán:
Vera + Cruz Setenil y Amen

Los Blancos de Setenil, protagonistas en el estreno de «Andalucía en Semana Santa» de Canal Sur TV junto al viaje a Roma del Cachorro y la Esperanza de Málaga

PEDRO ANDRADES
Aquí puede ver el programa completo

Canal Sur continúa su idilio con la Hermandad de Los Blancos. Este jueves 20 de marzo se ha estrenado “Andalucía en Semana Santa”, la quinta temporada del programa de Pasión de la televisión pública andaluza que presenta Enrique Romero, con los preparativos de la procesión del Cachorro de Sevilla y la Esperanza de Málaga en el Jubileo de Cofradías de Roma, una interpretación desde la Catedral de Cádiz de la Banda de cornetas y tambores “Rosario” … y una demostración de cómo procesionan Los Blancos por una carrera oficial tan maravillosa como difícil en el intrincado callejero de Setenil.

En concreto, los hombres de trono de la Virgen de Los Dolores muestran la espectacular salida de la Villa y el giro imposible en la Cantarería en «un pueblo único por su orografía«, como cuenta la Hermana Mayor de Los Blancos, Isabel MaríaCorral. «Es un reto cada año y siempre sale bien», dice orgulloso el capataz, Enrique Troya, mientras los costaleros desmontan los varales y repiten esa escena tan clásica como admirable de la mecida del trono con el pie apoyado en la albarrá en la Oficina de Turismo. «Somos la única Hermandad de Andalucía que utiliza el sistema de varales telescópicos para salvar los momentos de mayor dificultad», explica Rodrigo Fernández, que añade: «Nunca se ha quedado encajonado en una calle». Otro hombre de trono, Isaac Troya, resume el espíritu que los mueve: «Es una herencia y un orgullo».  

En Andalucía hay 785 municipios y en muchos de ellos varias cofradías de Semana Santa. Son muchísimos los pueblos andaluces que cuentan con un patrimonio deslumbrante, una cultura cofrade envidiable y recursos sobrados para lucir sus procesiones en la calle. Y otros muchos que se distinguen por la originalidad de su celebración. Bueno, pues con todo esto, no hay ni un pueblo ni una hermandad de toda Andalucía que haya salido más y mejor en Canal Sur TV que Los Blancos de Setenil.

«Fantástico, espectacular», exclamaba el presentador, Enrique Romero, durante la retransmisión que Canal Sur TV ofreció en directo del Santo Entierro para toda Andalucía en 2023. Era toda una exhibición de músculo de Los Blancos de Setenil, emparentado en ese programa con municipios de tanta tradición como Antequera, Úbeda o Ayamonte, y a la vista de una audiencia que ronda los 300.000 espectadores y a la que hay que sumar los impactos en redes sociales y la televisión a la carta en cualquier parte del mundo.

Andalucía, la cuna de la Semana Santa, pudo conocer el «giro imposible» que cada año hacen los costaleros en las Cuevas de la Sombra, la petalada en la calle Ronda, el desfile de Los Regulares en La Plaza, o la complicadísima entrada del trono del Santo Entierro y de la Virgen de los Dolores en la Villa, con esa dificilísima maniobra en la albarrá. Y no ha sido la única vez.

En 2018 recuerdo una llamada telefónica de Paz Santana, la presentadora de “Andalucía Directo”. Tenía una urgencia de producción y me preguntaba si había algún momento de la Semana Santa de Setenil que pudiera cuadrar con este programa vespertino. Fue fácil: le mandé un whassap con una foto que hizo María GJ de los pies de nuestros hombres de trono apoyados en la albarrá de la Villa y no se lo podía creer. En pocas horas estaban emitiendo en directo para toda Andalucía la salida del Amarrao gracias al celo que puso Sebastián Luque. Recuerdo esa transición televisiva que hicieron desde la Alhambra de Granada: “y ahora nos vamos a Setenil”. Nuestro pueblo compartía pantalla ni más ni menos que con el majestuoso monumento nazarí, en un programa capitalizado por cofradías más poderosas, en el que aparecían Los Armaos de la Macarena, el Cristo de Mena de Málaga acompañado por la Legión, o la Virgen de la Estrella de Granada. Les gustó tanto ese «momentazo» (así lo definió Paz Santana), les asombró tanto la pericia de nuestros costaleros que cambiaron el guion para no perderse a la Virgen de los Dolores en el mismo tránsito. Y también repitieron.

Volvieron en abril de 2022 para ofrecer en directo la primera salida de Los Blancos de la Casa Hermandad recién inaugurada y aquella emotiva levantá en la que se recordó a los afectados por la pandemia sin desaprovechar la ocasión para volver a emitir, esta vez con mascarillas, ese momento álgido de nuestra Semana Santa. No hay más que ver ese vídeo, con los hombres de trono midiendo cada paso, desmontando el varal y sin perder la mecida ni el equilibrio, para apreciar el descomunal esfuerzo que hacen cada año nuestros costaleros en una carrera oficial tan maravillosa de ver como dura de sufrir. Recuerdo un solo dato: el Amarrao de Los Blancos es el trono más pesado de Setenil con casi 1.400 kilos, y tiene la enorme responsabilidad de abrir la Semana de Pasión de nuestro pueblo el Jueves Santo. Ese paso por el cantillo de la Oficina de Turismo es una auténtica prueba de fuego.

Y destaco otra grabación. El martes 19 de marzo de 2013 se emitió en “75 Minutos” de Canal Sur TV el reportaje «La Virgen de mi pueblo», dirigido por la conocida periodista Bea Díaz (Premio Ondas), un programa que tuvo una audiencia de 245.000 espectadores. Setenil fue el hilo conductor para contar historias de cómo se vive la Semana Santa en cinco pequeños municipios de Andalucía. Dos familias, una blanca y otra negra, la de Ana Mari Romero y la de Sebastián Luque, explicaron cómo se vive de manera sana la histórica rivalidad entre las dos hermandades. Sebastián Luque abrió las puertas de su casa familiar, donde Marisabel Gutiérrez «Luque» le mostró a la reportera una réplica artesanal del hábito que vestían los penitentes hace dos siglos. Francisco Carrera-Iglesias Paquili, Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y vestidor de las imágenes de Los Blancos, enseñó los enseres de la Hermandad junto a Josefina Villalón y Candidita. «A través del arte y la belleza también llegamos a Dios», dijo para referirse a su pasión por la imagen que talló Luis Álvarez Duarte y que el prestigioso bordador conoció y vistió antes de su llegada a Setenil, en los meses en los que permaneció en la casa de Pepe Sevillano en la capital andaluza.

Todos estos vídeos, y otros de procedencia diversa, están publicados en el canal de youtube de Imagina Setenil y se pueden ver en una página específica de la web losblancosdesetenil.com, a la que podéis acceder y suscribiros de forma gratuita para conocer también todo lo que concierne a esta hermandad y estar al día de la programación del 475 Aniversario.

“Siempre hemos llevado la Semana Santa en el corazón, desde chiquititas”

CARMEN GONZÁLEZ GUERRERO
Periodista en Tele Alcalá

Publicado en la Revista Vera+Cruz 2020

Maruja (92 años), Elena (85 años) y Cándida (que cumple los 90 el próximo Viernes Santo) son unas de las mujeres más veteranas de la Santa Vera+Cruz. Procedentes de familia blanca que desde pequeñas le han dedicado su esfuerzo y han trabajado por y para la Hermandad. Cándida cuenta que su tía Francisca Guzmán, que estuvo en el Convento Carmelitas Descalzas, le enseñó a bordar en oro a mano y entre las dos bordaron el Estandarte de la Hermandad y también la colchita del Sepulcro. Y cambiaron el oro del manto de la Virgen del Carmen.

Elena y Cándida, ¿de dónde procede ese vínculo que tenéis por la Hermandad de la Santa Vera Cruz?
Elena: Yo siempre he vivido la Semana Santa desde cerquita y soy blanca desde que nací. En mi familia todos eran blancos.
Cándida: Así es, desde mi abuela hasta mi nieta, todos somos blancos. También hemos tenido la suerte de que los maridos también han sido de la Hermandad y no tenemos ninguno de Los Negros.
Elena: Mis hijos también son todos blancos y lo han cogido de nosotros. Tengo un nieto, mi Francisquillo, que es muy gracioso; dice que le gustan Los Negros, pero al ratito cambia de opinión. Lo hemos mamado desde chiquitita.

¿Qué recuerdan de la Semana Santa de vuestra infancia?
Cándida: Tan bonita como ahora. Recuerdo que nos vestíamos de mantilla el Jueves Santo y el Viernes Santo, los dos días. Con los guantes blancos y una flor en el pecho el Jueves Santo, y el Viernes Santo, ya con el rosario, guantes negros y de luto. Mi tía me hizo una camelia preciosa para ponérmela.
Elena: Los vestidos eran por debajo de la rodilla, no largos como ahora. La peina nos la ponía María Ortiz, la mujer de Domínguez. Recuerdo unos días muy bonitos y grandes para nosotros, vivíamos la Semana Santa de verdad. Y claro, viviendo en una calle tan blanca (Calle Cádiz), estábamos siempre de un lado para otro: “una copita aquí, vamos a que nos pongan la mantilla a la vecina… y así”. Recuerdo que la casa de Isabel “La Chinorra” siempre estaba llena.

Habéis vivido muy cerquita de Domínguez, ¿qué recordáis de él?
Cándida: En la casa de Domínguez estaba todo. Hemos tratado mucho con ellos, ya ves, tal como iban naciendo, los iba apuntando a Los Blancos. Me acuerdo de Encarna Luque que trabajaba en la tienda de José y a su mujer, María Ortiz. Ella trabajaba mucho por la Hermandad. 

¿Qué mujeres se vestían de mantilla en aquellos momentos?
Elena: Había muchas mantillas porque había mucha juventud. Yo recuerdo más recientemente cuando se vestían Carmelita Zamudio o Carmelita Peña.
Cándida: Cuando yo me vestía, recuerdo a mi hermana, a Filo y Aurora Ortiz o Mercedes Hernández. Recuerdo un año que mi hermana Elena no se vestía y el Jueves Santo en la misa la convencieron y le dieron hasta la ropa para el día siguiente.
Elena: Sí, Pepa Sánchez mandó a Arriate a por la mantilla; María Zamudio, el vestido; y mi tía Frasquita me dejó los zapatos. Me tuve hasta que meter un trozo de algodón en la punta porque me estaban grandes.

¿Notáis diferencias de la Semana Santa de aquellos momentos con la de la actualidad?
Cándida: Hay una diferencia grande, ahora hay más lujo y antes había más necesidad. Se ha pasado muchas dificultades y ha cambiado la Hermandad al 100%. Por ejemplo, antes se salía solo con la túnica blanca y luego vinieron las capas, los capiruchos verdes… La Virgen iba muy pobre y mira como está ahora. También recuerdo que se celebraba un Quinario y la iglesia siempre estaba llena.
Elena: Así es, cada uno sacaba lo que podía. Antes el traslado del Cristo el Miércoles Santo era más íntimo, pero con el paso de los años yo he podido cogerlo, las mujeres ya lo podemos coger.
Cándida: Yo no he llegado a cogerlo, pero recuerdo que antes los Miércoles Santo los hombres que portaban al Cristo, se quedaban velándolo toda la noche.

¿Cómo habéis trabajado en la Hermandad? ¿Cuál ha sido vuestro granito de arena?
Elena: Yo he limpiado los cirios, la plata, todo. El lunes salía de mi casa y llegaba a las tantas de la iglesia. Y después, cuando terminaban las procesiones, otra vez a recoger, limpiar y a quitar cera. Antes todo era a mano y había mucho más trabajo.
Cándida: Yo de soltera iba a limpiar con mis hermanas.

¿Qué anécdotas recordáis de esos momentos de trabajo?
Elena: Recuerdo que íbamos al campo a coger flores para el trono, porque no había. Un año olía a pipi porque las habíamos cogido del campo, del suelo. Nosotras recogíamos las flores, pero había mujeres mayores que decoraban el trono.
Cándida: María Ortiz hacía unos altares preciosos, ya no se han vuelto a poner tan bonitos.

¿Qué personas estaban con vosotras en aquellos momentos?
Elena: Mis amigas. Eran muchas blancas y cuando no estaban ellas, las vecinas. Donde había tantas, lo pasábamos estupendamente, no estábamos ni cansadas.
Cándida: Yo recuerdo a Anita Marín, Mariquita, Aurora Ortiz o Mari Loli. Sin embargo, mi mejor amiga era negra, la mujer de Juan Camacho.

Tengo entendido que el Estandarte de la Hermandad lo bordó usted, ¿no Cándida?
Cándida: Sí, eso fue hace más de setenta años. Mi tía Francisca Guzmán estuvo en el Convento Carmelitas Descalzas, allí cayó mala de la pierna y se tuvo que venir. Entonces, ella me enseñó a bordar en oro a mano y entre las dos bordamos el Estandarte de la Hermandad y también la colchita del Sepulcro. Además, al margen de Los Blancos, entre mi tía y yo cambiamos el oro del manto de la Virgen del Carmen de una tela a otra porque se puso fea.

Y viviendo en una familia de blancos, ¿cómo vivíais el día a día de la Semana Santa?
Cándida: Exactamente igual. Recuerdo que nos liábamos a hacer tortillas de patatas, de espárragos y potajes. Aquí en mi casa comíamos por lo menos treinta o cuarenta personas. Además, antes los amigos de mi hijo paraban el trono delante de mi puerta y también entraban.
Elena: Sí, igual, porque mis padres eran muy apretados. Siempre hemos llevado la Semana Santa en el corazón y la hemos vivido desde chiquititas. Bregando con todos los blancos pues estaba una más entusiasmada, igual que les pasa a mis nietos. Cuando más gracia me hacía era cuando mi padre escuchaba un tambor y salía corriendo a verlo. Le decíamos “¡Chiquillo que te vas a matar!”, pero no lo podía remediar, era muy apretado.
Cándida: Yo recuerdo cuando mi padre le daba el tradicional donativo a la Hermandad el Jueves Santo cuando pasaba el Amarrado a la Columna. Él era muy blanco, lo demostraba más que mi madre.

Y en cuanto a las bandas de música, ¿qué recordáis?
Cándida: Ha habido muy buena música siempre. Recuerdo el año que trajeron a Brunete, venían tantos militares que la gente se asustó creyendo que iban a tomar Setenil.
Elena: La mejor música ha venido aquí. Cuando yo me vestí la primera vez vino la de Valdemoro. Han traído la Marina entera, la Guardia Civil, los caballos, los Paracas… Todos los años venían diferentes, ahora vienen bandas buenas pero las mismas todos los años. Actualmente es más difícil.

¿Cómo era la rivalidad con Los Negros?
Elena: ¡Ay! Yo me metía tanto con los negros… Me decían “¡No puedo contigo!”. Pero siempre rivalidad sana. Discutía mucho con el marido de Paquita la del Correo, Antonio, pero siempre sin faltar el respeto.
Cándida: Mi vecino era Camacho y siempre estábamos picándonos entre una cosa y otra.

Sé que a la Procesión del Silencio le tenéis especial devoción, ¿cómo la describiríais?
Elena: La Procesión del Silencio era lo más bonito y lo que más se respetaba. Con todo el pueblo oscuro, teníamos que ver el paso por la ventana sin que ellos te vieran. Ahora ese silencio no está tan presente. Para mí como la Procesión del Silencio, no hay ninguna.
Cándida: Los hombres que iban detrás del Cristo de la Vera Cruz llevaban capas negras y Picamí era el que cantaba el Miserere. Él fue el primero y luego, fue Paco Sánchez y mi tío Frasquito. Recuerdo que muchas penitencias se ponían de rodilla desde la puerta de Domínguez hasta la Iglesia. Había mucho respeto y devoción.
Elena: Yo he estado saliendo de penitencia por lo menos quince años y mi hija lo mismo. Unas veces descalza, otras normal. Mi hermana una vez.

¿A cuáles de nuestros titulares le tenéis más devoción?
Elena: Yo al Cristo. Siempre le he tenido una devoción muy grande.
Cándida: Yo al Señor Amarrado a la Columna.

Y actualmente, ¿cómo vivís el día a día de la Semana Santa?
Elena: Yo la sigo viviendo como si tuviera siete años, pero llevo unos años que me falta mi marido. Lo veo todo desde mi casa, cuando pasa la procesión por mi calle, me bajo a la Calle Ronda y la vuelvo a ver.
Cándida: La vivo con mucha alegría.

¿Le veis futuro a la Hermandad de la Vera Cruz y a su Semana Santa?
Elena: Yo le veo mucho futuro. Nada más hay que ver lo bien que llevan los tronos y los unidos que están, para el pueblo tan difícil que tenemos. Tenemos una Hermandad que muchos quisieran tener.
Cándida: Sí, cada año va mejorando.

Y en cuanto a la Junta de Gobierno y aquellas personas que están trabajando por Los Blancos, ¿Cómo creéis que lo están haciendo?
Cándida: Trabajando como unas fieras, que se lo digan a mi hija. Antes se le decía Sevilla la Chica.
Elena: Trabajan porque lo sienten, como antiguamente. Para que salga siempre mejor.

¿Qué sentís cuando veis que vuestros hijos y nietos siguen siendo tan blancos como vosotras y vuestros padres?
Cándida: Muy orgullosa. Al ser más jóvenes son más apretados.
Elena: Claro, tenemos mucho orgullo porque te van siguiendo.

Muchas gracias a las hermanas Zamudio Guzmán por abrirse a contarme todas sus historias y su amor por la Santa Vera Cruz y así, haberme permitido reflejar en esta revista, el constante trabajo y su labor por la Hermandad durante tantos años.

Josefina Villalón: «La Hermandad significa tanto para mí, que doy mi vida por ella»

CARMEN GUERRERO
Periodista en Tele Alcalá

Publicada en la Revista Vera+Cruz 2022

Josefina Villalón nació en 1947 en Setenil. Es la mayor de tres hermanos, Antonio y Sebastián; madre de un hijo, Alonso; y abuela de José Antonio y Juan Nicolás. Su amor, pasión y trabajo por la Hermandad han sido el centro de su vida.

Josefina, ¿Cuál es tu vínculo con la Hermandad de la Santa Vera Cruz?
Mi vínculo con la Hermandad es de muy arraigada tradición, de mis padres y de mis antepasados. En los libros de actas de siglos anteriores existen apellidos que evidencian con los míos como son Sebastián Villalón Vílchez y Sebastián Villalón Moreno, miembros de la Junta de Gobierno. Por eso quizás lo llevo en la sangre y en mis genes.

¿Qué recuerdos tienes de la Semana Santa de tu infancia?
Desde niña he trabajado en todo lo que se podía hacer en aquel tiempo. Recuerdo a mi padre vestirse de nazareno, un gran hombre lleno de humildad y gran corazón que me enseñó a amar y respetar esta gran Hermandad de la Santa Vera Cruz. Él asistía con su familia a los oficios del Jueves Santo, recibiendo los sacramentos de la Penitencia y Eucaristía. Eso no lo olvidaré nunca. Por otro lado, la familia de mi madre, que eran muchos hermanos, también se vestían para el lavatorio. Tenían unos calcetines con medio pie fuera hecho de crochet para no tener que quitárselos. Esa ceremonia era la misma que Jesús hizo con sus discípulos en la última cena.

Y a lo largo de tu vida, ¿cómo has vivido la Semana Santa?
Aunque habrá católicos mejores que yo, soy muy católica; soy pecadora, pero todos tenemos faltas. Para eso está el pedir perdón a Dios y a las personas que ofendes. A lo largo de mi vida, Dios ha sido primordial en mi ser y en mi familia. Igual que se en qué lugar está mi querida Hermandad, significa tanto para mí que doy mi vida por ella.

¿Cuál ha sido tu labor dentro de la Hermandad?
A día de hoy con lo mayor que soy, mi cuerpo no resiste como antes, pero mi espíritu sigue siendo como cuando era joven. He luchado y he trabajado en todas las facetas que conlleva una hermandad. Siempre he estado muy vinculada a ella. He perdido muchas horas de sueño trabajando de noche junto a Cándida, Mari Robles, Loli Cubiles y muchas más hermanas que nos ayudaban. En la casa de mi prima María, que tenía un taller de costura, hemos hecho capas, túnicas, capirotes… También he limpiado, arreglado tronos, etc. Además, vendía flores para los enamorados, para los difuntos, pases de modelos, rifas, vendía sangría y gazpacho para la romería. Hemos hecho lo inimaginable para recaudar fondos. Hemos sufrido, pero también hemos reído mucho. Cuando llegaba el Domingo de Resurrección nos alegrábamos por lo bien que lo habíamos hecho.

¿A qué titular le tienes más devoción? ¿Por qué? ¿Qué procesión te gusta más?
A mi Cristo de la Vera Cruz. También a mi “Amarrao”. Pero… ¿en qué lugar dejo a mis Vírgenes? La de los Dolores siento pasión por ella, pero como camarera de la Virgen del Rosario no la puedo dejar atrás.

Y en cuanto a procesiones, ¿cuál te emociona más?
La procesión que más me emociona y siento más devoción es la del Silencio. Ver pasar al Cristo con túnica solemne y crespones negros, el rezo y ese canto, con la luna llena y las estrellas… ya muerto por nuestros pecados y que lo traen a hombros despacito. ¡Qué bonita es la procesión del Silencio!

Eres camarera de la Virgen del Rosario, ¿desde cuándo y de dónde procede esta responsabilidad
La Virgen del Rosario era de la familia de mi marido. Él tenía pasión por ella y por eso soy su camarera desde hace 54 años. Ha habido más Vírgenes del Rosario, pero se estropearían en las guerras. Esta que tenemos ahora la compró el abuelo de mi marido en Madrid, José Sánchez. Es una talla magnífica del gran escultor y catedrático Juan Manuel Miñarro. Tiene dos niños. El más antiguo no sé cuántos años tendrá, pero según sus vestimentas tiene siglos. Sobre la Virgen del Rosario de la actualidad no existe documentación, pero la corona la hizo un orfebre de Olvera en 1866.

Una vez llega el Jueves Santo, ¿cuál es tu día a día? ¿Qué haces?
Desmontar todo, limpiar, guardar y empezar a trabajar para el año siguiente. No descansamos.

Tu hijo y nietos son blancos como tú, ¿no?
Mi hijo se vistió por primera vez con nueve meses y no ha estado ni un año sin vestirse. Y mis nietos decidieron sus padres que fueran blancos, para mí fue una gran alegría.

Este año te han hecho un reconocimiento, ¿Cómo describirías ese día? Yo no lo esperaba ni nunca hubiera imaginado que me hicieran algo así. Cuando se hace una cosa por amor, no esperas nada. Una madre nunca espera reconocimiento de sus hijos porque lo hace por amor, así lo he sentido yo. No obstante, para mí fue muy gratificante. Llevaban tres meses preparando y no me enteré de nada. Ese día hacia 54 años de camarera y de casada. Cuando el Señor Obispo dijo que era un homenaje, yo nunca pensé que fuera para mi. Recuerdo que cuando subió mi querido Hermano Mayor, Sebastián Luque, y nombró mi nombre me puse a llorar porque para mi fue una cosa insólita.

¿Qué fue lo que más te emocionó?
No tengo palabras para describirlo, desde que entraron los monaguillos, los acólitos, los sacerdotes, el obispo y la soprano me gustó todo. Me emocionaron las palabras del obispo, del Hermano Mayor, mi familia y la Junta de Gobierno. Ya en la comida los que me hablaron y, sobre todo, me quedo con las palabras de cariño de aquellos que no pudieron venir y me hicieron un vídeo. Fue muy emotivo, no lo olvidaré nunca. Yo le decía al Señor “Yo no me merezco tanto, Tú eres Dios y el reconocimiento tuyo fue la muerte en Cruz”.

También fuiste pregonera de la Hermandad, ¿Cómo lo viviste?
Tampoco me lo merecía, hay muchas personas que podían hacerlo mejor que yo. Pero mi más profunda alegría y sincera gratitud a la Junta de Gobierno, con Sebastián Luque al frente. Fue para mí una honrada misión expresar lo que sentía y siento por esta grandiosa Hermandad. Y cómo no, enaltecer la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

¿Cómo ves el futuro de la Hermandad?
Desde el 1551 que fue fundada la Santa Vera Cruz se viene procesionando todos los años. Los distintos acontecimientos a lo largo de la historia no la han suspendido, llevando a nuestro Cristo como expresión de fe. Sin embargo, no podemos olvidar que nosotros, los mayores, tenemos que seguir inculcando estos valores a la juventud venidera, para que sigan los pasos de sus antepasados.

Gracias Josefina por estas bonitas palabras hacia tu Hermandad, la Santa Vera Cruz, a la que le tienes un gran amor. Que tu lucha, trabajo y fe sigan latentes durante muchos años más.

Las fotos de Mario García Vargas, historia viva de los últimos 40 años de Los Blancos

PEDRO ANDRADES

Puedes ver todas las fotos de Mario García Vargas
en su blog «Una ventana a su alrededor»

Se dice pronto: Mario García Vargas lleva más de 40 años haciendo fotos de Los Blancos y de la Semana Santa de Setenil, y cada año nos sorprende con una mirada absolutamente original y hermosa de nuestro entramado urbano. Obra suya son los carteles de Semana Santa de 1997, 2001, 2005, 2006, 2016, 2017, y el póster conjunto con Los Negros que se hizo en 2021 por la pandemia.También suya es la foto de este año 2025, presentada el Miércoles de Ceniza por la Hermana Mayor, Isabel María Corral: una imagen hasta entonces inédita del Cristo de la Vera+Cruz en su patíbulo por la calle Cantarería, con la fortaleza iluminada en la noche primaveral del Viernes Santo de 2023, cuando la talla más antigua de Setenil (data del del siglo XVI, de escuela granadina y de autor desconocido) procesionó alzada, como hará cada cinco años. Los de nuestra generación solo lo habíamos visto sobre la cruz, fuera de la urna, en la Magna y en la bajada desde la ermita de San Sebastián a la Villa tras la restauración que hizo Juan Manuel Miñarro. Esa imagen nos muestra toda la solemnidad de la procesión con la calidad a la que nos tiene acostumbrados Mario G. Vargas, un fotógrafo con cabeza de biólogo y corazón de artista, que es un auténtico lujo para Setenil. Queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento y reconocer su impagable aportación con una antología de sus fotos en el nuevo blog LosBlancosdeSetenil.com.

En Setenil tenemos la suerte y el lujo de contar con este fotógrafo que no solo ve las cosas cercanas sino que las aprecia. Que ha esquivado la postal más evidente del Lizón y ha retorcido los perfiles de la fortaleza medieval, que busca en sus propias ventanas la belleza de lo sencillo, con una mirada absolutamente original y hermosa de nuestro entramado urbano. Que tiene una paciencia infinita para observar  la naturaleza y el paisaje de Setenil con cabeza de biólogo y corazón de artista.

Mario García Vargas abrió hace ya muchos años una ventana discreta que nos ha dejado postales impagables. Pertrechado en la hospitalaria terraza de María Teresa Castaño en La Cantarería o en cualquier camino de Los Montecillos, ha capturado el alucinante “Solsticio de Setenil” (661 instantáneas en 27 segundos) o la «superluna» de agosto en “Plenilunio”, coronando con el asteroide azul la fortaleza medieval o la ciudad romana de Acinipo en imágenes irrepetibles. Este artesano de la imagen ha radiografiado el entorno de Setenil, escondiendo el pueblo a los pies de la Sierra de las Nieves en una prodigiosa estampa desde la Cuesta de la Palma. Ha metido literalmente en el casco urbano los fabulosos pinos del Tejarejo o ha difuminado las distancias con Olvera, confundiendo el caserío de los dos pueblos blancos. Se ha adentrado en las Cuevas Román y en los caminos de Ronda la Vieja para refrescarnos con los saltos del agua en otoño. Ha captado el esfuerzo en los olivares en plena recogida de la aceituna. O ha dedicado horas y horas para retratar una orquídea avispa, un gorrión en una alberca, el regreso de los calices a sus nidos en El Lizón o la estupefacción natural de unos polluelos de golondrina.

Con  “Golondrinas en Setenil de las Bodegas” ganó el Primer Premio del Concurso de Fotografía de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en el 2.000. Tres años costó captar la estampa de las golondrinas esperando la migración en septiembre. El ritmo de la naturaleza nada tiene que ver con las prisas contemporáneas de instagram. Cada mañana se apostaba el fotógrafo al alba, sobre las siete, y buscaba ese encuadre específico para captar la bandada completa. El frescor de la mañana hacía desplegar a las golondrinas ese plumaje excesivo. Todo un símbolo de la pasión artesanal de Mario García Vargas.

Semana Santa 2022 Mario García Vargas Viernes Santo Cristo Vera+Cruz alzado en la calle Cádiz, con el Torreón al fondo
Semana Santa 2022 Mario García Vargas Viernes Santo Cristo Vera+Cruz alzado en la calle Cádiz, con el Torreón al fondo

Maruja Andrades: «Cuando porto al Señor me siento privilegiada»

CARMEN GONZÁLEZ GUERRERO
Periodista en Tele Alcalá.
Publicado en la Revista 2023

Maruja Andrades Moreno nació el 19 de diciembre de 1943. Blanca de nacimiento siempre ha estado vinculada a la Hermandad, trabajando y aportando en todo lo que pudiera.

¿Cuál es su vínculo con la Hermandad de la Santa Vera Cruz?
Soy una “hermana” más que trata de estar para lo que sea necesario y que disfruta de la amistad del resto de hermanos y de las vivencias dentro de la Parroquia. Porque no solo están los días de procesión de Semana Santa, si no los viacrucis, los triduos y demás actos celebrados en conmemoración de la muerte y resurrección de Jesús.

¿Por qué eres blanca, Maruja?
Soy blanca porque lo llevo en los genes. Mi familia por parte de mi padre, todos eran blancos y hoy en día también lo somos mis hermanos, yo y nuestros hijos.

¿Cómo recuerda la Semana Santa de su infancia?
Pues la infancia la recuerdo con mis amigas, “pinchando los claveles” para decorar los centros de flores que adornaban los tronos de nuestras Imágenes. La juventud la recuerdo vistiéndome de mantilla todos los años para acompañar a nuestra Santísima Virgen de los Dolores.

¿Cómo era la rivalidad entre blancos y negros?
Pues como ahora, sana, pero con la competitividad de querer lucir los tronos lo mejor engalanados que fuera posible, y acompañados de las mejores bandas de música: “los Regulares”, alguna de la Marina, etc.

¿A qué titular le tiene más devoción?
Al Cristo de la Santa Vera Cruz.

¿Qué procesión le emociona más?
La Procesión del Silencio, del Jueves Santo por la madrugada. Por su recogimiento y austeridad, con el canto del “Miserere”, en absoluta oscuridad por las calles de Setenil, salvo por la luz de la luna y de las velas encendidas de las penitencias que acompañando al “Señor”, cada uno con sus pensamientos (blancos y negros, porque aquí estamos todos juntos) procesionan en silencio, recordando y pidiendo a Dios por aquellos a quienes queremos y llevamos en nuestros corazones. Cuando porto al Señor en la cruz sobre mis hombros me siento tan feliz y privilegiada llevándolo, es una emoción inexplicable; y cuando toco sus pies con mi mano siempre se me escapan unas lágrimas de emoción, lo adoro con todo mi corazón. No hay palabras para describirlo, hay que vivirlo.

¿Cómo ha sido tu día a día en Semana Santa? ¿Y en la actualidad?
La Semana Santa ha sido y será siempre la más grande del año por lo que significa por la fe en Dios. Pero también ha sido importante en lo personal: el regreso al pueblo (porque hace años no vivía aquí), estar con mi madre, hermanos, primos y amigos… Luego, cuando ya vivíamos aquí, el día a día era con mucho trabajo en la peluquería. Haciendo las tortas típicas de estas fechas, y las
magdalenas. Todos, recuerdos muy bonitos.

El Domingo Resurrección se han echado pétalos desde su casa, ¿cómo lo ha vivido?
Desde mi casa tenemos una vista privilegiada de las procesiones. Es muy emocionante cuando lanzas los pétalos desde el balcón o la terraza y caen sobre los tronos. Me resulta precioso y espectacular cuando El Resucitado y la Virgen del Rosario entran por la curva de la Plaza y, al
son de la música, bailan y se cruzan acompañados por todos los setenileños y por toda la gente.

Este amor por la Hermandad ¿Lo has transmitido a tus hijos?
Pues sí, porque lo vivieron desde pequeños, lo llevan en la sangre, como su madre. Nosotros preparábamos con ilusión nuestro viaje al pueblo para pasar y vivir la Semana Santa, viviéramos donde viviéramos. Se les fue inculcando ese amor sin darse cuenta, cuando iban a recoger
las túnicas y capirotes para vestirse de penitente, o el traje para portar los cuadros de las estaciones de penitencia del Señor. Cuando dejábamos esa ropa, recién lavada y planchada
colgada de una percha, esperando con impaciencia el momento de lucirla junto a sus primos y amigos.

Mi hijo se ha vestido siempre de penitente y mi hija llevando los cuadros y de mantilla. Ahora mi hijo, aunque por su trabajo en el bar no puede llevar al “Amarrao”, se escapa cinco minutillos cuando pasa el trono por allí, con su delantal puesto y pide a alguno de los costaleros que le deje llevarlo, y también a la Virgen de los Dolores y a Nuestro Padre Jesús Nazareno, que, aunque no es de uestra Hermandad, es de todos los setenileños. Eso lo disfruta él como el que más.

¿Qué personas recuerdas que estaban contigo en la Hermandad?
Siempre estábamos Josefina, Reyes, Carmelita, Ana, etc. Este año nos vamos a acordar especialmente de nuestra querida amiga Carmelita Peña, que siempre esperaba al Señor
en la puerta de su casa y que nos dejó hace muy poquito, este año lo verá desde el cielo.

¿Qué labores has hecho en la Hermandad o por la Hermandad?
Debido a mi trabajo, a veces no he podido colaborar tanto como quisiera con la Hermandad, pero
sí he puesto mi granito de arena vendiendo papeletas para las rifas, comprando y vendiendo mantecados, asistiendo a reuniones cuando nos han visitado los misioneros, vistiéndome de mantilla y acompañando en la procesión. En una ocasión se me hizo el encargo de coser un pañuelo para la Virgen de los Dolores, lo que fue un honor para mí porque me hizo sentirme
más cerca de Ella. Yo, para mis adentros, le pido siempre a la Virgen que me deje estar a su lado, acompañarla en su soledad amarga y dolor profundo, porque ¡qué bonita es mi
Virgen de los Dolores!

¿Cómo ve el futuro de los Blancos? ¿Qué mensaje le darás a los más jóvenes?
La verdad es que veo un futuro formidable porque hay mucha gente joven integrada y aportando todo lo que pueden y más, así que, a esta juventud, le deseo mucha salud y mucha fuerza para que consigan todo lo que se propongan para nuestra querida Hermandad de la Santa Vera Cruz.
¡¡VIVAN LOS BLANCOS!!

Gracias Maruja por abrir tu corazón y mostrar el amor que le tienes a la Hermandad de la Santa
Vera Cruz y a sus titulares.

Mercedes Villergas: «Donde llega la Hermandad y mi Amarrao no llega nadie»

CARMEN GONZÁLEZ GUERRERO
Periodista de Tele Alcalá y Hermana

Publicada en la Revista Vera+Cruz 2024

Mercedes Villergas (1944) afirma que es blanca desde siempre, al igual que era su madre. Trabaja de forma incansable por Los Blancos y siempre está para colaborar y hacer crecer a la Hermandad.

Mercedes, ¿cuál es tu vínculo con la Hermandad de la Santa Vera Cruz?
Yo soy blanca como mi madre, siempre lo he sido. La primera vez que me vestí de mantilla fue en 1970. Como yo trabajaba en Benidorm, cuando llegué, me vistió Josefina Villalón y Rafael Corral y fui con Paquita Zamudio y Mari Pepa. Recuerdo que me escondía porque era muy tímida.

¿Eres la única blanca de tus hermanos?
Sí. Mi padre era de Cuevas del Becerro y cuando llegó, como trabajaba mucho para los Camacho, se hizo de Los Negros. Pero yo soy blanca como mi madre, al igual que mi abuela, que era hermana de la bisabuela de Sebastián Luque. También mi sobrino José Antonio González (de La Barca de la Florida) tiene un vínculo muy fuerte con la Hermandad, por su abuelo. Viene para todos los actos: pregones, cenas, Semana Santa, a las elecciones…

Viviendo rodeada de negros, como son tus hermanos, ¿qué te llamaba la atención de Los Blancos?
Los veía muy finos. Yo veía a Corral, Pepe Gallego, Pepe el Sevillano… ellos han ido como cogiendo la mejor flor, pasito a pasito y su ilusión era la Casa de Hermanad y ahí la tienen.

¿Cómo recuerdas la Semana Santa de tu infancia?
En aquellos años había más diferencia entre ricos y pobres, pero yo iba a la iglesia y si tenía que pinchar claveles o ponerme detrás de la procesión, lo hacía. Me juntaba con Josefina y Paquita Zamudio. También recuerdo mucho los momentos con Candidita Marín, que medía con un metro las velas para que fueran todas iguales.

¿Qué recuerdas de la Procesión de El Silencio?
Recuerdo a Picamín, que cantaba el miserere. Antes llevaba muy poca gente y hoy mira lo que lleva. Y tengo que destacar que he prohibido las velas al llegar a la Iglesia Mayor. Me pongo en la puerta con dos cubos de agua y todo el que pase tiene que meter la vela porque si no al día siguiente, tengo que estar de rodillas con una espátula. También le he traído la colonia de nardos para el Señor, que me la pedía María Robles.

¿Notas cambios o evolución en la Hermandad?
Mucho cambio. Ha prosperado muchísimo. En enseres, organización, van todos a una. Y ahora la Junta que lleva Isabel María… ¡menuda Junta! Cuando se pusieron en el altar, no veas… me emocioné y todo. También tenemos un Vía Crucis y es porque, al verlo en Málaga, nos movimos para que saliera desde la Hermandad. Además, la primera estación es mía, recuerdo que la saqué en la Procesión Magna con Padre Jesús y el Cristo, ¡qué orgullo!

Has estado mucho tiempo en el extranjero y no has estado tan cerca como te hubiera gustado.
Sí, he estado cuarenta años fuera. Pero siempre he buscado la manera de venir. Recuerdo que cuando me operaron, me di hasta de baja para poder quedarme en Semana Santa.

¿Cuál ha sido tu trabajo o labor por la Hermandad?
He estado 20 años arreglando los tronos y ahora a pesar de mi problema de salud, sigo yendo también. También echo una mano en la madrugada del Viernes Santo. Hago chocolate y café para todos los que están arreglando los tronos: Vicenta, Elisa, Carmen… A las siete de la mañana iba a la panadería de Corral a por los molletes. Esa noche hay mucho trabajo. Y ahora, a pesar de estar con mi problema en el pecho y la mano, doy veinte vueltas al día. Si con la mano buena puedo sacar la bolsa de basura o barrer, lo hago.

También sueles colaborar, ¿no?
Colaboro mucho, me sale de dentro. Viene cualquier cosa y ahí estoy. Cada Domingo de Ramos cuando vienen pidiendo les pongo una mesa que no veas y suben Sebastián Luque, Antonio Harina, Jesús Robles o Rafael Durán. A los pregoneros también les he hecho buenos platos o para la Zambomba que hicieron los jóvenes. Bueno, y con la lotería soy una campeona. Me dan muchos tacos y todos los vendo, soy un hacha.

Actualmente, ¿cómo vives la Semana Santa?
Llevo 24 años ocupándome de los mandos, las mujeres de los generales. Sus maridos están desfilando y ellas se quedan solas. La primera vez fue en la casa de Josefina porque ella se vestía de mantilla y no podía; yo le echaba una mano, le fregaba y demás. Ahora vamos con Mari Domínguez y la mujer de José Antonio García. Vamos a las esquinas, suben al balcón para ver la procesión, nos ponemos en la puerta de Juanito Carrasco para que vea el detalle del trono, luego a la casa de Sebastián Luque, José y Cristóbal. Y finalmente, las incorporo detrás de la Virgen. Yo me pongo mi chaquetita, mi trajecito y me voy para La Villa, disfruto mucho. Este año vinieron diecisiete.

Tienes un contacto muy cercano con ellas, ¿no?
Fíjate la amistad que tengo que el Grupo de Intendencia me hicieron Hermana Honorífica de Santa Teresa de Jesús. Tengo mucho contacto con ellos, con el General Máximo, Alejo, General Budiño, Martín, el coronel de Ceuta que ya es General… Cada Viernes Santo voy a cenar con ellos porque Sebastián no me deja y me uno. Le doy una docena de empanadillas y de magdalenas a cada una de ellas. Fíjate el cariño que me tienen que hasta Budiño y Máximo en una ocasión se saltaron el protocolo en La Villa y vinieron a saludarme y abrazarme porque sabían que me había operado del pecho.

¿Cómo es la rivalidad entre blancos y negros?
Yo me trato con los negros, rivalidad ninguna. Le hablo muy bien a Francisca y a sus hermanos. Colaboro siempre: en el besapiés de Padre Jesús, cuando vienen pidiendo o incluso, si han hecho una fiesta, como antes la hacían en San Benito, les he llevado una tortilla, al igual que la llevaba a nuestra Casa de Hermandad.

¿Qué momento destacarías de la Semana Santa?
La madrugada del Viernes Santo. Es noche de risa y cachondeo. Llevo aguardiente y mistela y cuando no, lo echan de menos. A Jesús Robles le encanta. También me gustaba mucho llevar a la calle Cantarería las magdalenas y la copita de aguardiente a las mantillas.

¿A qué titular de la Vera Cruz le tienes mayor devoción?
Yo el Amarrao y cuando le cantan la Salve a la Virgen de los Dolores, en el último párrafo que dice “madre mía no me olvides, no me eches”. Siempre lloro. Y otra que le tengo mucha devoción es la Virgen del Carmen, este año le regalé los cordones del estandarte.

¿Qué persona destacarías que ha estado a tu lado en la Hermandad?
Si te digo la verdad, quiero mucho a Josefina. Es una persona que si me pasa algo es la primera que viene, le cuento y ella me aconseja. A Sebastián también lo quiero mucho.

¿Qué futuro le ves a la Vera + Cruz?
Con los jóvenes, el futuro está asegurado. ¿Cómo está trabajando por la Hermandad la actual Junta? Lo hacen tan bien. Dan muchos donativos en el pueblo y a las Hermanitas de Ronda. Esto es Hermandad, tienen fuerza para trabajar. Para mi, son formidables, te lo digo de verdad. Donde llega la Hermandad y mi Amarrao, no llega nadie.

Gracias Mercedes por abrir tu corazón y poder plasmar tu trabajo es nuestra revista. Tu labor y pasión por esta Hermandad es digna de admirar. No cambies esa manera de disfrutar y de vivir nuestra Semana Santa.

Recuerdos de Los Blancos

PEDRO ANDRADES

Aquí puedes ver fotos que forman parte de nuestra memoria más reciente, escenas que todavía podemos recordar, con rostros familiares y que se corresponden con el último tercio del siglo XX. Envíanos esas imágenes que guardas en tu casa o en tu móvil, en la que aparece tu familia o algún momento reciente de la Semana Santa para reconstruir nuestra memoria más reciente entre todos, el álbum colectivo de Los Blancos que forman cada uno de sus hermanos. Puedes remitir el original o la foto digital al correo veracruzsetenil@gmail.com, enviarla por wasap a cualquier de los miembros de la Junta o del equipo de redacción del blog losblancosdesetenil.com, o publicándola en las redes sociales de Los Blancos con el comentario que consideres oportuno para identificar a las personas, el momento o el lugar en el que aparecen.

1994

Losblancosdesetenil.com: 475 años de historia en tu móvil

PEDRO ANDRADES

Una de las mejores formas de conmemorar el 475 Aniversario de Los Blancos es, sin duda, profundizar en el conocimiento y divulgación de la historia y el presente de la Hermandad. Con este propósito estrenamos la nueva web de losblancosdesetenil.com, que, sin complejos, podemos decir que sitúa a la Vera+Cruz de Setenil en la vanguardia digital de las cofradías andaluzas. Esta web dará una cobertura especial a la programación de actos que se están preparando para el evento. Muy especialmente, servirá de soporte del Centro de Investigación y Documentación de Los Blancos, un archivo digital que se pone al alcance de todos los hermanos, de los amantes de la Semana Santa, de los estudiosos cofrades y de los investigadores de la historia de Setenil. Y, desde luego, tratará de ser espejo de ese otro patrimonio inmaterial que son las emociones, la memoria y la tradición.

La web será una herramienta accesible desde cualquier móvil, con un diseño adaptado a estos dispositivos para que lleves siempre contigo, en tu bolsillo, vivas donde vivas, todo lo que concierne a Los Blancos de Setenil y a la celebración de un acontecimiento del que muy pocas hermandades del mundo pueden presumir. Podremos visualizar desde los libros de siglos pretéritos, digitalizados y catalogados  por los historiadores setenileños Ángel Medina Linares y José Antonio Zamudio Rodríguez, a una magnífica colección de mil y una fotografías y vídeos de nuestra Semana Santa, así como todos aquellos artículos o informaciones que contribuyen al conocimiento de la Hermandad de Los Blancos, muchos de ellos publicados en la Revista que se edita desde 2007.

Un capítulo destacado, por novedoso y significativo, es el enriquecimiento del archivo digital documental. La primera valoración que hizo el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) en 2013 de unos pocos libros “de viejo” cedidos por un particular permitió dar un salto cualitativo en la documentación del patrimonio de Los Blancos, al tiempo que transmitió un cierto desaliento por la constatación de que era mucho más lo que faltaba que aquello que ya obraba en manos de la Hermandad. Del aparente Libro de Constitución de la Hermandad de la Vera-Cruz, de 1763, solo se conservaba la cubierta original. Dentro había actas y libros de cabildo dispersos desde 1.679, una biblioteca tan valiosa como incompleta con documentos y testimonios de los siglos XVIII y XIX. Todos esos documentos ya son accesibles gracias al riguroso trabajo realizado por el doctor en Historia Ángel Medina Linares, autor de referencia en los estudios de memoria histórica en la provincia de Cádiz, y José Antonio Zamudio, editor del blog «Setenil, pueblo insólito» , que está cubriendo muchos de los vacíos históricos que sufre Setenil y es la voz más acreditada sobre nuestro pasado.

Aquí podrás consultar desde aquella lejana petición formulada por el Obispo de Málaga Fray Bernardo Manrique de Lara que dio origen a la Hermandad, a la reciente elección de la primera mujer como Hermana Mayor: Isabel María Corral Peña. Os invitamos a navegar por las distintas secciones, en las que podéis disfrutar (desde cualquier parte del mundo y a cualquier hora) de documentos con siglos de historia o de magníficos vídeos de una Semana Santa única, de todo aquello que nos permite conocer mejor y sentir lo que representa una cofradía que se aproxima a los cinco siglos de historia y que exhibe más vida que nunca. La Hermandad de la Vera+Cruz ha sabido combinar el respeto a la tradición con el sentir de las nuevas generaciones y adecuarse a los nuevos tiempos sin perder su razón de ser y sus señas de identidad. 

Quiero destacar la suerte que tiene nuestro pueblo de contar con fotógrafos de tanta calidad y tanta generosidad, que cada año retratan nuestra Semana Santa sin dejar de sorprendernos: nuestros paisanos Mario García Vargas, María Guzmán Jiménez, Angel Medina Laín o Mari Domínguez, que han generado un fondo multimedia único. Y a otros amigos de Setenil y fotógrafos de prestigio como Rodrigo Domínguez González (Rodogo), Rafael García Ramírez (Ragara), David García, José Antonio González Pérez o Mercedes Cebada que nos han cedido unas valiosísimas imágenes, de una calidad extraordinaria. Además de mostrarnos la fuerza del Cristo de la Vera+Cruz, el esplendor del Amarrao que restauró Juan Manuel Miñarro, la hermosura arrebatadora de la Virgen de los Dolores de Luis Álvarez Duarte y el lado más humano de la pasión de Los Blancos, han sabido retratar con maestría algo que apenas ha cambiado desde que en 1.484 los Reyes Católicos tomaron Setenil: nuestro entramado urbano único, la herencia nazarí y cristina de una arquitectura que despierta la admiración propia y ajena.

Las fotos de Los Blancos de Mercedes Cebada

Mercedes Cebada 2018 Jueves Santo Penitentes
Mercedes Cebada 2018 Jueves Santo Penitentes
Mercedes Cebada 2018 Jueves Santo Virgen de los Dolores en la albarrá de la Villa
Mercedes Cebada 2018 Jueves Santo Virgen de los Dolores en la albarrá de la Villa
Mercedes Cebada, fotógrafa.
Mercedes Cebada, fotógrafa.